La plantación en domicilios particulares a pequeña escala difumina en el anonimato a los cultivadores y hace muy fácil que esta práctica pase desapercibida para las fuerzas del orden, cuya actuación se guía en muchos casos por "confidencias". Las semillas de cannabis pueden adquirirse en la región sin mayores problemas incluso en las tiendas y se trata de una planta que precisa pocos cuidados. Sólo precisa luz natural o artificial y un poco de humedad para salir adelante con normalidad.

En Extremadura en muchos casos se trata de plantaciones en macetas dentro de domicilios o patios particulares, aunque en los últimos años también han proliferado las producciones a mediana escala en campo abierto camufladas en parcelas de maíz. Predomina la producción de cannabis para consumo privado aunque también existe quien cultiva para traficar posteriormente.