Efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han reforzado este martes la vigilancia y control de los puestos fronterizos, de las estaciones de tren y autobuses y de los aeropuertos catalanes, especialmente el de Barcelona, según han confirmado a este diario fuentes oficiales. Son los considerados "puntos calientes" o "estratégicos" y que deben preservarse para el normal funcionamiento de las comunicaciones. No solo se han desplegado más agentes vestidos de paisano, sino también uniformados para dejar constancia de su presencia.

Las mismas fuentes han detallado que la vigilancia y control de estas instalaciones se empezó incrementar antes del referéndum unilateral del 1-O, pero que se ha aumentado todavía más en días claves, como en la misma jornada de votación, el domingo con la manifestación en apoyo de la Constitución, u hoy mismo por la comparecencia del presidente de la Generalitat, Carles Pugidemont, en el Parlament.