El preso de ETA Iñaki de Juana Chaos ha abandonado sobre la una y media de la tarde el Hospital Donostia por la salida del garaje del centro hospitalario, desde donde será trasladado a la cárcel madrileña de Aranjuez. A esa hora, una ambulancia medicalizada custodiada por la Ertzaintza ha salido de la zona de aparcamiento subterráneo del hospital.Los agentes han establecido un amplio dispositivo policial en los alrededores del hospital donostiarra en prevención de que puedan registrarse incidentes.Al contar con el alta hospitalaria, el Ministerio del Interior ha decidido el reingreso en prisión del miembro de ETA. El propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, comunicó ayer que De Juana "en ningún caso" volvería a su domicilio.Recuperación médicaMédicos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias visitaron ayer al miembro de ETA en el hospital y se reunieron con los facultativos que han atendido al recluso para conocer los informes sobre su recuperación y tratamiento.Durante la última semana se había suscitado una polémica al conocerse que el recluso había solicitado el alta hospitalaria con el propósito de irse a su domicilio y que se negaba a que le fuera colocada una pulsera de control telemático.La asociación de apoyo a los presos de ETA Askatasuna aseguró que había un pacto para que el control del preso en su domicilio se hiciera telefónicamente entre las diez de la noche y las ocho de la mañana.Huelga de hambreDe Juana Chaos fue conducido al Hospital Donostia de San Sebastián el 1 de marzo después de que hubiera mantenido una huelga de hambre durante 115 días, durante los que había estado internado en otro hospital madrileño. El etarra anunció el abandono de la huelga de hambre nada más llegar al centro hospitalario de la capital guipuzcoana.El preso, al que se le había concedido la prisión atenuada, ha salido del hospital en varias ocasiones para dar paseos por los alrededores del recinto sanitario, acompañado de amigos o de su novia. En esos paseos ha estado vigilado por efectivos de la Ertzaintza a los que les ha correspondido también la custodia de la habitación en la que estaba internado.