Además de la delegación oficial española, políticos como los presidentes de Cataluña y la Comunidad Valenciana, Pasqual Maragall y Francesc Camps, respectivamente, también acudieron al sepelio.

Maragall, expresó su deseo de que el futuro papa sea "sensible a las realidades nacionales que hay en Europa", un continente que "empieza a reconocer su pluralidad más allá de los estados".

Camps destacó el adiós "sincero y emotivo" que a nivel mundial se dio ayer al Papa. Y calificó la jornada de "absolutamente inolvidable".