Será el ministro de Defensa, José Bono, quien explique a la Comisión de Defensa del Congreso, el miércoles, las causas de la muerte de los 17 militares españoles al estrellarse el helicóptero Cougar en un valle a 22 kilómetros al sur de Herat. Descartado el "ataque exterior" al que se refirió Bono en su primera comparecencia, las pesquisas se centran en las posibles causas del accidente. Y cobra fuerza la hipótesis de que los dos aparatos pudieron rozarse.

La inspección de la zona y el análisis del estado del segundo helicóptero, cuyo navegante era el teniente Navarro, uno de los heridos, puede aportar novedades.

Ninguna fuente militar consultada en los últimos días por este diario descarta que se haya producido un "alcance incidental" entre el primer y segundo helicóptero, como apuntaron desde el primer momento los militares afganos y mantuvieron después de que Bono dijera que volaban por valles separados.

ERROR O FALLO TECNICO De confirmarse la hipótesis de un roce, la causa del siniestro habría sido un fallo técnico o un posible error humano. Si la hélice del segundo helicóptero llegó a tocar el rotor del que iba delante, que golpeó una o dos veces el suelo antes de estrellarse, lo dirá la comisión investigadora que dirige el general Enrique Pina Díaz.

Las fuentes consultadas no descartan que, si se produjo el roce, el segundo helicóptero, que aparece con una aspa rota en el extremo y otra astillada, girara varias veces sin control y el piloto lograra recuperarlo antes de caer.

El segundo Cougar quedó encajado entre unas peñas, a 300 metros del helicóptero que se estrelló.