La proposición no de ley del PP instaba a la Junta de Extremadura a exigir al Gobierno de la nación que incluyera, como actuación prioritaria en el Plan Sectorial 2005-2012 de la Red Básica de Altas Prestaciones, la conversión en autovía de la EX-100.

La diputada popular, Teresa Bravo, reclamó al Ejecutivo extremeño que se pidiera al Gobierno central la licitación, por el procedimiento de urgencia, el contrato de consultoría y asistencia a la redacción del estudio informativo, que desarrolle las alternativas más adecuadas, para construir la citada autovía en el corredor actual.

Del mismo modo criticó que la Junta de Extremadura no haya acometido esta actuación ni hiciera la alegación oportuna para que fuera incluida en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT), por lo que consideró que la excusa de que la Junta no tiene dinero es

"artificial", porque sí hay dotación para otros proyectos, e insistió en que no se dan razones de la negativa.

Teresa Bravo solicitó públicamente a la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, que cumpliera la promesa de unir por autovía las capitales de provincia Cáceres y Badajoz mediante la actual carretera EX-100.