El precio del litro de gasóleo, el combustible más utilizado, ha subido casi 1,5 céntimos por mes en Extremadura en lo que va de año, con lo que acumula una subida superior al 17%. En enero pasado, la media de este combustible en los surtidores extremeños estaba en 88,8 céntimos y algunos advertían de que podía tocarse la barrera psicológica de 1 euro por litro. Hoy esta barrera se ha superado con creces y la tendencia es al alza.

Según los últimos datos del Ministerio de Industria, la media del litro de gasóleo en Extremadura está ya en 1,043 euros (173 pesetas). Esta media está tomada los pasados días 12 y 13 de noviembre y ya se adivina por dónde irá el corto plazo: en las gasolineras que habían ofrecido sus cotizaciones de ayer mismo era difícil encontrar precios por debajo de 1,048 euros.

En la gasolina de 95 sin plomo el panorama no es muy distinto. La subida acumulada ha sido del 14,5%, o lo que es lo mismo 13,5 céntimos en diez meses. Esto supone que el litro ha pasado de una media de 94,1 céntimos a 1,07 euros, es decir 178 pesetas por litro.

LLENAR EL DEPOSITO La repercusión en el bolsillo de los consumidores es clara: llenar hoy un depósito de un coche diesel cuesta 11 euros más que hace diez meses, y si lo que se utiliza es gasolina el incremento es de 9,5 euros.

Esto significa que miles de extremeños que tienen que utilizar a diario el automóvil para su trabajo han visto como su factura de carburante se incrementaba en un año entre 300 y 500 euros.

Además, tal y como apuntó el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicios de Extremadura, Casto Bravo, las repercusiones van mucho más allá.

Según Bravo, cuya organización encuadra al 70% de las gasolineras de la región, el incremento de los costes tanto para los transportistas como para otras empresas que tienen que realizar trabajos que obligan al uso de los vehículos termina repercutiéndose en los productos y servicios, es decir, en la cesta de la compra de los ciudadanos.

"No es solución, como dicen alguno, que se utilice menos el coche, de hecho no hemos notado una bajada de las ventas en las estaciones de servicio, porque la mayor parte de la gente no usa el automóvil por capricho ni para pasear, sino que en esta región, con las distancias tan largas que ahí, el coche ya se ha convertido en una herramienta más de trabajo y no se puede prescindir de él aunque se quiera", explicó el presidente de la asociación de gasolineras.

Asimismo, señaló que la subida de precios "se va a mantener, parece ser, hasta principios de año, y luego quizá baje algo el petróleo". Lo que esta por ver es que esa posible bajada vaya a ser trasladada a las gasolinas, puesto que, según señaló Bravo, las petroleras y distribuidoras suben los precios con el petróleo, pero luego les cuesta mucho rebajarlo.