La evolución al alza de los trastornos mentales en los niños responde a dos factores, que pueden resumirse en que, en realidad, hay más problemas, como ocurre en el caso de las depresiones, motivadas por una mayor presión social y mayores exigencias al niño, y en que, además, existe una mayor sensibilidad, y se producen más diagnósticos porque "ante cualquier situación problemática, se envía al niño al psiquiatra". Así lo asegura el jefe de Psiquiatría de Badajoz.

En su opinión, "la sociedad está creando más depresivos, y hay muchos menores que no pueden responder al nivel de exigencia, a lo que creen que se espera de ellos, y caen en el estrés, aunque también es cierto que debe marcarse la frontera entre una alteración puntual, de unos días, donde el niño se siente más triste o decaído, por ejemplo, por el estrés que le produce la cercanía de los exámenes, y una verdadera depresión, que se da cuando la situación se prolonga o se agrava".

Esta mayor sensibilización afecta también a otras enfermedades, como la anorexia, donde sí se vio hace unos años un incremento de los casos, y la que ahora, por la concienciación social, se diagnostican y tratan hasta los casos más leves, y se detectan a edades más tempranas (11 o 12 años), cuando antes sólo se recurría al psiquiatra cuando el problema era ya muy grave.

MEJORAN LOS TRATAMIENTOS

Paralelamente, "los tratamientos farmacológicos han mejorado mucho, y se aplican con mayor frecuencia, porque los fármacos modernos son mucho más eficaces y presentan menos efectos indeseables, y, además, los que presentan son más leves"

El psiquiatra también aludió a los problemas de los adolescentes. En este caso, manifestó que se producen trastornos muy específicos, derivados de un nivel de desarrollo que hace a este sector de la población muy vulnerable a los cambios ambientales, y origina respuestas muy características y reconocibles.

Así, señaló que se suele coincidir en que la primera causa de muerte entre los adolescentes son los accidentes de tráfico, "pero muchos de ellos están protagonizados por adolescentes deprimidos que beben alcohol o que tienen ideas impulsivas, con lo que el suicidio (aunque sea encubierto) se colocaría como otra de las causas más frecuentes de muerte".