En Extremadura hay 111.000 personas que tienen discapacidad. De ellas, 67.000 han necesitado algún servicio y lo ha recibido; 7.200 no lo han obtenido pese a necesitarlo, y 39.000 no han requerido ninguno. Son datos de la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia, que acaba de publicar el INE.

Las listas de espera, la no disponibilidad del servicio en el entorno del discapacitado y el no poder pagarlo son los principales factores de las personas con discapacidad en la región que han necesitado de algún servicio sanitario o social pero que no lo han recibido.

La mitad de los discapacitados extremeños están satisfechos con los cuidados que reciben; un 35% consideran que no es suficiente la atención que reciben, y un 14% dicen que no necesitan ayuda de otras personas.

En Extremadura hay 62.000 hogares en los que viven discapacitados que tienen algún tipo de barrera arquitectónica que dificulta el acceso a su vivienda. La gran mayoría es en la puerta de acceso al edificio.

50.000 extremeños discapacitados aseguran tener dificultades por las escaleras de su vivienda, casi 36.000 con el cuarto de baño, y más de 27.000 con la cocina, cifra que se repite en el caso de la terraza o patios.

El 44% de los discapacitados extremeños manifiestan tener dificultades para subir o bajar las aceras de la calle, y un 40% para cruzar la calle. Esto supone que casi 50.000 personas sufren cada día los problemas que les suponen las barreras arquitectónicas en las calles de Extremadura. Además, hay 31.000 que tienen alguna dificultad para identificar calles, cruces o señales, según desvela la encuesta realizada por el INE.