Con despliegue de banderas incluido, el Ejército español desembarcó en el puerto de Um Qasar, al sur de Irak. Infantes de Marina, con base en San Fernando, comenzaron ayer a repartir la ayuda humanitaria, que había llegado la víspera a bordo del buque anfibio Galicia .

Una ración de previsión (ración militar), especialmente preparada para los países islámicos según el rito musulmán, sin cerdo, y una botella de agua fue la primera entrega que hizo el Gobierno español en el sur iraquí. Garbanzos, lentejas y hasta latas de caballa.

Al principio todo parecía ir como la seda. Los hombres del primer batallón de Infantería, acompañados de vehículos blindados, formaron un cordón de seguridad para intentar evitar el tumulto. Pero, una vez más, la buena voluntad de los soldados se topó con la realidad. Y el Ejército demostró que no está especialmente entrenado para repartirá ayuda humanitaria.

El tumulto fue a más, las mujeres apenas podían llegar a los camiones y fueron los más fuertes de Um Qasar los que de nuevo lograron hacerse con las 3.000 raciones de comida y los 5.000 litros de agua que ayer se repartieron.

ESPERAR UNOS DIAS

Jonathan Patrick, de la organización humanitaria Save the Children observaba en las proximidades el reparto. "Esto no es la manera de hacer llegar la ayuda. Es mejor esperar unos días, estudiar bien el terreno, ir a las casas en busca de los más necesitados. De esta forma, la comida se la reparten los que no la necesitan". En el sur de Irak, "el problema no es la comida", dice Patrick. La principal necesidad es la falta de gas para cocinar y la escasez de agua, subrayó el cooperante, quien cree que la mayoría de lo repartido ayer por los infantes de Marina, a pesar de su buena voluntad, acabará "en el mercado negro".

El contingente militar que ayer llegó al sur de Irak en el buque Galicia trabajará durante tres meses en la región, según declaró el general José Beltrán. En los próximos días pretenden desplegar en Um Qasar un hospital de campaña. Los médicos de a bordo visitarán las clínicas locales.

Según confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa y de la dirección del Instituto Armado, la Guardia Civil española tendrá una presencia destacada en la fase de estabilización de Irak. El Estado Mayor de Operaciones de la Guardia Civil ya ha contestado a los requerimientos del Ministerio de Defensa con un plan para aportar 120 guardias de los que 110 serán extraídos de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS), 8 de la Policía Judicial y 2 del servicio de información. La cadena Cope adelantó ayer los datos.

OFERTA DE 1.500 SOLDADOS

Los planes que baraja el Ministerio de Defensa para intervenir en la tercera fase de la guerra como fuerza de estabilización en el marco de una coalición multinacional, pasan por aportar una agrupación que puede llegar a 1.500 efectivos.