Las tropas de tierra de Estados Unidos entraron ayer por primera vez en la capital iraquí, Bagdad. La incursión de 26 tanques Abrams y 10 carros de combate Bradley de la Segunda Brigada del Tercero de Infantería por el suroeste y de una fuerza expedicionaria de marines por el sureste fue una demostración de poder.

El mando central estadounidense en Qatar, a través del general Gene Renuart, aseguró ayer que se trató de "una clara muestra de la capacidad de las fuerzas de la coalición de moverse en Bagdad en el momento y espacio que elijan".

LA RESISTENCIA IRAQUI

Sin embargo, las intensas "bolsas de fiera resistencia" tanto en el camino desde y hacia el aeropuerto bagdadí como en el suburbio de Dwara, en el sur de la capital, demostraron que la toma de la ciudad, a cuyas puertas hay 20.000 soldados estadounidenses, y en cuyo interior puede haber otros tantos soldados y milicianos iraquís, va a necesitar de algo más que de tropas terrestres.

Mientras varios pilotos aliados aseguraban a la agencia de noticias Associated Press que su mayor miedo es chocar con otros aviones aliados en un cielo superpoblado, el Pentágono anunciaba que ponía en marcha un plan "urbano de apoyo áereo" durante las 24 horas del día.

UN MILLAR DE MUERTOS

El lugarteniente general Michael Mosley explicó desde Arabia Saudí que los aviones sobrevolarán la ciudad y lanzarán bombas de precisión. En principio, las más pequeñas, "para disminuir los daños colaterales". Parte de esos aviones podrían utilizar pronto el aeropuerto de Bagdad, que los mandos de Estados Unidos aseguran que ya está bajo su control total. Se admite, eso sí, que los alrededores del aeropuerto de Bagdad no están aún asegurados. El lugarteniente general Mosley también dijo que "el Ejército iraquí, como una organización de defensa, ya no existe".

Precisamente, el aeropuerto fue el punto de salida y regreso de la mayor parte de las tropas que entraron en Bagdad. La incursión dejó al menos 1.000 soldados iraquís muertos y 100 piezas de su equipamiento militar destruidas. Se hablaba de bajas en las dos partes, pero no hubo confirmación oficial de los datos de muertos, heridos y pérdidas materiales de Estados Unidos.

FUTURO INCIERTO

Los estrategas militares no han anunciado los próximos pasos de su plan para la capital iraquí, que podría incluir desde un cerco flexible para evitar una catástrofe hasta la división de la ciudad en secciones que se irían tomando poco a poco.

Lo seguro es que planean repetir incursiones como las de ayer, que según el Pentágono sirven como misiones de reconocimiento y recogida de información. Esta es más necesaria que nunca, pues algunos militares admiten que sus "fuentes de información se han secado en Bagdad".

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