La secretaria de Política Social del Partido Popular, Ana Pastor, mostró su sorpresa por el anuncio hecho por la vicepresidenta del Gobierno y aseguró que a su partido "no le constaba el acuerdo ni conoce el texto que lo detalla". "No sabemos muy bien a qué se está refiriendo el Gobierno porque no aparece en la reseña del Consejo de Ministros ni estaba previsto ayer", dijo.

Izquierda Unida considera que este cambio en la financiación de la Iglesia es "insuficiente, contradictorio y alejado de lo que son las verdaderas demandas a las que tiene que hacer frente un estado aconfesional". Según la diputada de esta formación Isaura Navarro la financiación de la Iglesia no debería ser a través de la deducción que se hace de la declaración de la renta de los ciudadanos que deciden que ese dinero vaya a la Iglesia a costa del Estado, sino que debería ser en todo caso con un recargo de ese 0,7% en la declaración de los que quieren contribuir.

Finalmente, el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Riay Tatari Bakry, cree que el acuerdo entre Iglesia y Gobierno "supone un paso para tratar a todas las religiones por igual". Tatary aseguró que "no desea quedarse como la Iglesia católica actualmente aunque esperamos que así sea en cierta proporción".

El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso, Joan Tard, lamentó "profundamente" la "celeridad" del Gobierno a la hora de "arreglar la financiación de la Iglesia", frente a las "continuas trabas para aumentar al 0,7% del IRPF la aportación a las organizaciones no gubernamentales".

El conseller y líder de ICV-EUiA, Joan Saura, consideró "inaceptable" que un Estado no confesional "dé a la Iglesia por un lado lo que se le quita por el otro", porque se suprime la actual dotación directa del Estado a la Iglesia pero aumenta la asignación de fondos a través del IRPF.