El calentamiento provocado por la emisión a la atmósfera de gases industriales no es un peligro al que se enfrenta la Tierra en las próximas décadas, sino una evidencia científica cuyas consecuencias, aun siendo difíciles de precisar, pueden ser catastróficas. Las dudas están desapareciendo. Esta es la principal conclusión a la que han llegado tras seis años de trabajo los miembros del IPCC, el grupo internacional de más de 2.000 expertos en clima a las órdenes de la ONU. Hoy se harán públicas las conclusiones del informe que se ha elaborado esta semana en París, pero los resultados avanzados ayer insisten en que, si no cambian las cosas, la temperatura aumentará de aquí al año 2100 entre 1,8 y 4 grados, con una estimación media de 3 grados, una situación que no se registraba en la Tierra desde hace muchos miles de años. Durante los últimos 100 años, la superficie terrestre se ha calentado 0,72 grados.

Hasta ahora los informes eran extremadamente cuidadosos con las fórmulas al referirse a la responsabilidad humana, al prever el deshielo o a la hora de cuantificar los récords de calor del siglo XX. Pero la infinidad de evidencias y el perfeccionamiento de los métodos de análisis en los últimos años han cambiado el discurso. Así, según la Organización Meteorológica Mundial, los cinco años posteriores al 2001 han entrado a formar parte de los seis más cálidos desde al menos 1850, que es cuando empiezan en todo el mundo las mediciones sistemáticas con termómetro, y además con una desviación enorme sobre la media. Gran parte del planeta está ya por encima de un grado con respecto al periodo de referencia 1960-1990.

Fenómenos sintomáticos como el deshielo de los glaciares de montaña y de la banquisa boreal, ya apreciados en el 2001, se han acelerado. La cubierta de hielo permanente del Artico se ha reducido un 3% en la última década. Pero cómo influirá todo ello en el nivel de los océanos es aún motivo de controversia, ya que el informe habla de un margen de entre 19 y 58 centímetros de aumento del nivel del mar (en el 2001 era de 9 a 95). Un nuevo estudio de la revista Science sostiene que el nivel está subiendo a razón de 3,3 milímetros por año, frente a los 2 citados por el IPCC.

Además, parece ser que aumentan las olas de calor en ciertas zonas (Mediterráneo, Africa, sur de Asia) y las lluvias y las inundaciones en otras (Asia central, Europa oriental). El número de ciclones no se ha incrementado en las últimas dos décadas, pero estudios americanos precisan que ahora son más violentos.

En definitiva, se estima que el aumento de la temperatura puede llegar incluso a los 5,8 grados. De hecho, hay indicios de que no había habido en los dos últimos milenios un periodo tan cálido como el actual.