Despertar un movimiento ciudadano para exigir que Guadalupe y los 31 pueblos extremeños regidos por Toledo pasen a la provincia eclesiástica de Extremadura.
Pedir más implicación a los obispos extremeños.
Instar a las instituciones a que impulsen la reivindicación.
Convertir Guadalupe en centro intelectual y cultural del máximo nivel al servicio de la región.