El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha sentenciado esta semana que María Victoria Domínguez no se sentará en el banquillo por las viviendas ilegales de la sierra de Santa Bárbara de Plasencia (donde era concejala de Urbanismo en el partido Unión del Pueblo Extremeño). Archiva el caso para la única diputada de Ciudadanos en la Asamblea regional. Domínguez deja de estar señalada por prevaricación, de manera que se le allana el camino para que, si así lo decide, aspire de nuevo a ser candidata a la presidencia de la Junta. Aún no ha querido pronunciarse, pero si volviera a dar el paso tendría que enfrentarse a Cayetano Polo, actual portavoz de la formación naranja en Extremadura, quien lleva meses preparando el sendero para ser él el elegido. Aunque para Polo hablar ahora de primarias y candidatos es «una falta de respeto». Esperarán, dicen, a principios del 2019. De momento, ambos posibles postulantes, que mantienen una relación «cordial», representan las dos opciones del partido en la región.

Es la casilla de salida de Ciudadanos la que más incógnitas levanta de cara a las elecciones autonómicas de mayo del 2019.

«Vencedores y vencidos»

En el PSOE y en el PP las cosas, en principio, están más claras. El actual presidente de la Junta ya tuvo que pelear por su liderazo para seguir como secretario general de los socialistas extremeños. La votación le provocó la enemistad con Eva María Pérez, que habló de «vencedores y vencidos», pero se trajo al equipo el tercer aspirante, Enrique Pérez Romero.

Esta misma semana el Comité de Ética y Garantías del PSOE regional ha ratificado a Guillermo Fernández Vara como candidato para los próximos comicios. Al ser presidente, solo hubiera tenido que competir en primarias si lo hubiera pedido al menos el 40% de los militantes a través de una recogida de firmas. Pero no ha sido así.

«A dedo»

En cuanto a los populares, estos no funcionan con primarias; resumiendo, eligen candidatos a dedo y luego el comité electoral de Génova los ratifica. En la carrera por la presidencia de la Junta, José Antonio Monago no ha dejado nunca de ofrecerse a su partido como cabeza de lista con el objetivo claro de volver a ganar las elecciones (como ya ocurrió en el año 2011, cuando el PP gobernó por primera vez en la comunidad, gracias a la abstención de IU). «Uno está siempre a disposición del partido», ha sido la última declaración de Monago.

Y Podemos esperará a septiembre para iniciar el proceso de primarias y elegir a sus candidatos tanto regionales como municipales. De momento están negociando ya con Izquiera Unida, Equo y Extremeños (quienes aún no han dado el sí definitivo) para presentarse en coalición. Eso sí, desde la formación morada dejan claro que lo lógico es que el cabeza de cartel sea del partido mayoritario y que los demás estén representados en el resto de la lista de elegidos.

¿Será de nuevo Álvaro Jaén candidato? Desde Podemos Extremadura se baraja esa posibilidad. Las propias reglas del partido se lo permitirían, puesto que lo máximo establecido son ocho años, dos legislaturas, y de momento solo lleva una. No obstante creen que es pronto para centrarse en nombres propios. De momento, el objetivo a corto plazo es llegar a acuerdos con los otros partidos.