PSOE y PP o, lo que es lo mismo, Junta y populares, mantuvieron ayer un debate en la Asamblea sobre el proyecto de tren de alta velocidad para Extremadura que se sustanció sin arrojar luz sobre plazos e inversiones.

Así, el consejero de Infraestructuras, Luis Millán Vázquez, centró su intervención en defender el modelo mixto para viajeros y mercancías acordado con la ministra de Fomento, apuntando que es el sistema que se está imponiendo en el resto de Europa. Asimismo, señaló que el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) había sido debatido con las comunidades autónomas, mientras que el anterior Gobierno tomaba las decisiones sin consultar.

Por el PP, el diputado José Antonio Monago insistió en demandar un compromiso claro e inequívoco en cuanto a plazos e inversiones, y mantuvo que el PEIT supone una demora de 10 años en la puesta en servicio del AVE, al llevarlo a un horizonte del 2020. Del mismo modo, comentó que las inversiones contempladas en la programación presupuestaria estatal apenas cubren el 2,5% del coste del tren de alta velocidad y que el Gobierno ha paralizado las licitaciones en curso que se referían al AVE extremeño.

En respuesta, Vázquez señaló que el Gobierno del PP paralizó durante ocho años los proyectos para la región, y que "está por ver" si el Ejecutivo actual los frena diez años, como mantienen los populares. El consejero, sin embargo, no se pronunció tajantemente por el 2010 como fecha de terminación, y solventó la cuestión con una alusión a que se mantienen los compromisos de Figueira da Foz. Sobre las licitaciones paralizadas, aseguró que se habían tramitado incorrectamente.

IU, EN CONTRA Las palabras del consejero fueron tomadas por Monago como una ratificación de que habrá retraso en la terminación del AVE y que se ha "liquidado" la línea de mercancías Sines-Badajoz-Puertollano y de ahí a Madrid.

El parlamentario popular también apuntó que el modelo mixto de alta velocidad no cuenta con ningún estudio técnico que lo avale y que ha sido rechazado en países como Francia.

Mientras, IU, por boca de su portavoz parlamentaria, Teresa Rejas, se desmarcó de este debate al declararse contraria al AVE, que tachó de transporte elitista, de gran impacto ambiental, que consume mucha energía y excluye a las zonas rurales. Por contra, apostó por un tren convencional que cuente con trenes de velocidad alta, de hasta 220 kilómetros por hora, y contribuya a articular el territorio.