"Podría haber sido peor". Esta frase, pronunciada en privado por un destacado dirigente socialista tras conocer los resultados, resume la sensación del PSOE tras la victoria del PP, que no es otra que la de un cierto alivio porque los augurios eran más negativos. Una vez decretado este estado de ánimo, la interpretación pública de los datos se centró en minimizar la victoria de los populares y enmarcarla en la situación de grave crisis económica.

La secretaria de Organización del partido y directora de la campaña, Leire Pajín, calificó los resultados de "esperanzadores" y afirmó que se trata de datos "razonablemente positivos" para su partido, pese a quedar casi cuatro puntos porcentuales y dos escaños por debajo del PP. Pajín compareció arropada por buena parte de la ejecutiva y varios ministros del Gobierno, con la excepción del vicesecretario general, José Blanco. Tampoco compareció el líder del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero. La número tres socialista insistió en que las elecciones se han celebrado en un contexto de recesión y sacó pecho al afirmar que "todos los augurios que pronosticaban una derrota contundente han quedado desmentidos".

Los socialistas añadían que las europeas son las elecciones en las que más se produce un voto de castigo al Gobierno de turno por cuestiones de política interna por parte de una parte de su propia base sociológica, que aprovecha la ocasión para dar un toque de atención o abstenerse, frente a una derecha que se moviliza con más ímpetu. Es lo que de alguna manera dio a entender el eurocandidato, Juan Fernando López Aguilar cuando, en su comparencencia posterior, habló del impacto de la crisis en sectores próximos al PSOE, en "gente que queremos", como la definió el político canario.

A la hora de ver la botella medio llena, el PSOE se acogió a datos como el hecho de ser el partido socialista mejor situado en Europa y que la mayoría de las fuerzas que gobiernan en sus respectivos estados han retrocedido en las urnas.

POSIBLE AUTOCRITICA Pajín no quiso ayer entrar en evaluaciones autocríticas sobre las causas de la derrota. Sin embargo, la reunión de la comisión ejecutiva de esta mañana será el foro en el que sí se podrá entrar en detalles sobre un estilo de campaña que un destacado dirigente del partido se negaba anoche a analizar.

Pajín se remitió en todo momento a la ejecutiva de hoy para ahondar en cuestiones como los resultados del PP en autonomías como Madrid o la Comunidad Valenciana, donde los populares, pese a estar salpicados por sonadas tramas de corrupción, como el caso Gürtel , han arrasado en las urnas al PSOE. También la alta abstención pasó por el tamiz relativizador del PSOE. Tanto Pajín como López Aguilar dijeron que se trata de datos de participación "dignos" y en la franja alta de la media de la UE.