Nunca ser independiente tuvo tantas puertas abiertas. Las autoridades regionales y estatales están volcadas en facilitar a los jóvenes la salida del hogar familiar para que accedan a otra vivienda. Quienes tengan menos de 35 años disponen de toda una batería de llaves para adquirir un lugar donde vivir sin tener que darle explicaciones a sus padres.

Para empezar hay que acudir a las Oficinas de Emancipación Joven --en Extremadura por el momento solo está abierta la de Mérida y más adelante habrá en Cáceres, Plasencia y Badajoz-- habilitadas para facilitar a los y las jóvenes el acceso a un empleo y una vivienda en condiciones dignas y de calidad. Allí recibirán información, asesoramiento, monitoreo, acompañamiento y formación, entorno al empleo, ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia; y conocerán las viviendas en alquiler disponibles a un menor precio a través de las bolsas de vivienda habilitadas a tal efecto.

Otra de esas puertas abiertas que conduce a la emancipación llega a través de las ayudas económicas directas. Es lo que el Gobierno ha dado en llamar la renta básica de emancipación. Consiste en un conjunto de ayudas directas del Estado, destinadas al apoyo económico para el pago del alquiler de la vivienda que constituye su domicilio habitual y permanente. Para ello el joven obtendrá 210 euros para pagar el alquiler, siempre que tenga entre 22 y 30 años, ser titular del contrato de arrendamiento de la vivienda en la que resida con carácter habitual y permanente, y disponer de unos ingresos brutos anuales que no superen los 22.000 euros.

Además de esos 210 euros mensuales, el Estado también aporta 120 euros para el caso de que se constituya un aval con un avalista privado; y un préstamo sin intereses, por importe de 600 euros, reintegrable cuando se extinga la fianza prestada en garantía del arrendamiento. La ayuda de 210 euros se percibirá por meses completos, con efectos desde el mes siguiente al de su solicitud, durante un máximo de cuatro años, sean o no consecutivos, o hasta aquel en el que se cumpla la edad de 30 años.

Solo en Extremadura, han solicitado esta ayuda 2.200 jóvenes, y ya han obtenido la aprobación 1.020 de ellos, según comentó ayer el director general de Vivienda de la Junta, Juan Francisco Moreno.

Los que ya pagan alquiler

Pero las medidas no solo alcanzan a aquellos que buscan acceder a una vivienda para independizarse, sino también a quienes ya viven de alquiler. Estos, siempre que tengan una ingresos máximos anuales de 24.000 euros netos, tendrán una deducción del 10,05% en la cuota estatal del IRPF, igual a la que existe actualmente para la compra (hasta un máximo de 9.015 euros). La deducción para el alquiler podría beneficiar solo en el primer año a unas 700.000 familias en España, según el Gobierno. Además, esta medida será compatible con la renta para el alquiler para jóvenes.

Por si esto no fuera suficiente, el Ejecutivo nacional prepara otras iniciativas para incrementar la oferta del mercado de alquiler; para mejorar las garantías para propietarios --beneficios fiscales-- e inquilinos; y para incrementar la implicación del sector empresarial en el mercado de alquiler (desarrollo del derecho de superficie, incremento del suelo público para alquiler, y ventajas fiscales y financieras para los promotores de vivienda protegida en alquiler).

Pero, por qué tanto interés en que los jóvenes abandonen el hogar familiar. La razón es que un 80% de los jóvenes aseguran que quieren emanciparse y que, en la mayoría de los casos, las razones que se lo impiden son de tipo económico. Consecuencia, los españoles se emancipan a los 30 años, edad entre las más altas de la UE.