Estas son dos imágenes de las zonas más degradadas que quedan y que más directamente sufrieron los efectos de la tromba de agua. Diez años después suponen sendos ejemplos de lo que queda aún por hacer en Cerro de Reyes, y en la parte baja de Pardaleras, en la zona de José María Giles de Ontiveros. Son casas que están pendiente de derribo y/o de expropiación, cuyos dueños y también las administraciones permanecen a la espera de resoluciones judiciales. El ayuntamiento ha gastado 7,2 millones de euros y aún tiene 7 para sufragar la compra, expropiaciones y derribos de edificaciones y solares en las zonas afectadas.