Poco después del atentado, Renfe suspendió la circulación de todos los trenes en la Comunidad de Madrid hasta las 18,30 horas de la tarde. No se hizo ni una sola excepción. Los convoyes de largo recorrido que se dirigían hacia la ciudad se detuvieron en la capital de provincia más próxima y retornaron a su punto de salida.

Así ocurrió con trenes procedentes de Avila, Barcelona, Alcázar de San Juan (Ciudad Real) o Talavera de la Reina (Toledo) con destino en Madrid. A sus pasajeros se les ofreció la opción de retornar por vía férrea o seguir hasta la capital en autocar.

Decenas de miles de pasajeros se vieron afectados por la suspensión del servicio, que a las 18.30 se reanudó en los trenes que parten de Chamartín. Pero Atocha, que comunica Madrid con todo el sur de España, seguía cerrada y Renfe aún no sabía anoche cuando podrían entrar en servicio. Además de los desperfectos sufridos por la estación había que retirar los restos de los trenes espaciados por las vías y esperar a que los investigadores policiales den por finalizada la recogida de pruebas.

FALSA AMENAZA La suspensión de todas las circulaciones durante casi ocho horas obedeció, según Renfe, a órdenes recibidas desde el Ministerio del Interior "por razones de seguridad".

La estación de Chamartín fue desalojada al mediodía por una falsa amenaza de bomba. La falta de comunicación ferroviaria agravó el caos de tráfico en que se sumió la capital. Durante tres horas todas las entradas, salidas y el centro de Madrid se colapsaron debido a los controles policiales y al coste de las calles adyacentes a la estación de Atocha.

Los consejos de las autoridades municipales de no desplazarse si era imprescindible y el propio miedo provocaron a partir del mediodía el efecto contrario: a la hora de comer la ciudad aparecía desierta.

Los trenes volverán a detenerse hoy entre las 12 y las 12,15 horas, pero esta vez será en toda España y lo harán en señal de protesta contra el atentado. Anoche los sindicatos sólo tenían noticia de un empleado de Renfe que había resultado herido. Se trata de un maquinista del AVE Madrid-Sevilla, que iba a Atocha para iniciar su jornada laboral.