José Manuel Vicente, delegado de Acaip, asegura que el principal problema de las cárceles extremeñas sigue siendo, además del exceso de presos, la falta de personal. Esto motiva situaciones de gran inseguridad como las que se dan en Badajoz, donde en ocasiones hay dos funcionarios a cargo de 160 presos. En este sentido, recuerda que no se cumple la actual Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que, además, "no está adaptada a las nuevas necesidades". Pese a todo tiene claro que las prisiones extremeñas "no son demasiado conflictivas".

Por su parte, Diego Márquez, del sindicato CSI-CSIF, recuerda que la cárcel de Badajoz se hizo para acoger a un máximo de 450 internos, una cifra muy alejada de la realidad. A esto se une que en cada turno hay sólo entre 25 y 30 funcionarios al cuidado de los presos. Coincide con Acaip al destacar la escasa conflictividad de las prisiones de la región y señala que tiene mucho que ver que los extranjeros presos en la comunidad son, en general, "muy tranquilos y no se meten con nadie".

La escasez de talleres productivos y la falta de personal --los sindicatos reclaman un aumento de las plantillas del 25%-- son, según ambos, los principales problemas de los centros.