Intensificar la vigilancia en las regiones con mayor presencia de población musulmana y combatir el terrorismo islámico, son los objetivos que el Ministerio de Interior se ha marcado a corto plazo. Con este fin, la Dirección General de Policía dotará a Extremadura con 15 agentes que se encargarán de investigar a aquellas personas que tengan un perfil similar al de los autores de los atentados del 11-M.

La decisión ha sido acogida con expectativas y recelo entre los sindicatos policiales, la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura y la población inmigrante, sobre todo de origen musulmán, que tiene fijada su residencia en la región. Para Interior, la comunidad, --donde residen más de 5.000 marroquís--, está considerada como zona de riesgo por la posible penetración del islamismo radical.

CONVOCATORIA NACIONAL La propuesta ministerial es crear 357 plazas de agentes antiterroristas para reforzar tanto la plantilla de la Comisaría de General de Información, como los departamentos periféricos de Granada, Alicante, Almería, Murcia, Logroño y Badajoz, al ser la capital pacense la que acoge la sede de la Jefatura Superior de Policía en Extremadura. La región contará con el 4% del total de efectivos previstos.

Los refuerzos no serán sólo agentes de a pie. El objetivo de Interior es crear unidades antiterroristas en cada una de estas zonas. La Delegación del Gobierno en Extremadura ha confirmado que el equipo que se creará en la comunidad contará con dos jefes de Grupo Operativo de la Brigada de Información, dos inspectores, un subinspector y 10 investigadores de escala básica.

Esta medida de choque se ha adoptado tras el reconocimiento hecho, desde la Dirección General de Policía, de falta de recursos y de especialización sobre islamismo radical, sobre todo en los equipos de investigación que operan en nuestro país.

EL MAPA DE RIESGO El primer paso dado por el Ministerio de Interior han sido la elaboración de un mapa con los lugares donde se considera más necesaria la intervención de estos agentes. Tras los atentados de Madrid, los equipos de Información habían detectado la presencia en España de 300 radicales islamistas potencialmente peligrosos, según publicaba ayer El País . Estos se concentraban principalmente en las provincias del arco mediterráneo y zonas como La Rioja, Navarra y el País Vasco.

El temor de los responsables antiterroristas en España se ha visto aumentado por la insistencia de Al Qaeda de anunciar nuevos ataques contra Europa, además de por el cambio en el sistema de funcionamiento de los seguidores radicales de Osama Bin Laden.

La intención del Gobierno ahora es dotar de medios y efectivos a las otras zonas calientes , dado que comunidades como el País Vasco y Navarra, --por la pervivencia de la banda terrorista ETA--, junto a Cataluña o la Comunidad Valenciana, cuentan con una fuerte estructura para combatir el terrorismo.

De las 357 plazas convocadas, el 51% (183) pretenden destinarse a la Comisaría General de Información, sobre todo para mejorar el servicio en el flanco más débil de este departamento: el del combate del terrorismo islamista. El resto de agentes se asignarán a las regiones señaladas. Extremadura es la segunda comunidad que recibirá menos efectivos (15), sólo por encima de la dotación contemplada por Interior para La Rioja.

A falta de concretar, cabe la posibilidad de que algunos de los policías asignados a Extremadura fueran destinados a las comisarías en la región, sobre todo en aquellas comarcas en las que se da una mayor concentración de población de origen musulmán. Aunque la Delegación del Gobierno tiene confirmación oficial de la designación de esta unidad, aún no se ha definido la estructura final que tendrá este departamento.

Interior quiere que estas unidades sean reforzadas cada año con nuevos medios y más personal aunque aún está por solucionar el déficit que sufren la mayoría de plantillas policiales.