El consejero de Agricultura de la Junta de Extremadura, José Luis Quintana, se mostró ayer muy crítico con la labor desarrollada en las negociaciones de las reformas mediterráneas por el exministro de Agricultura Miguel Arias Cañete, quien tras nueve meses de trabajo y conversaciones "no tenía absolutamente nada de lo que decía". A su juicio, la nueva ministra, Elena Espinosa, "ha hecho una buena labor" que se vió reflejada en los acuerdos alcanzados ayer, en los que se trataba de "defender la dignidad de España".

Por lo que se refiere a la situación en la que queda el sector tabaquero, Quintana defendió que la reforma aprobada "no es tan mala" porque da a la comunidad "un respiro hasta el 2010 cuando querían que el sector desapareciese el 1 de enero del 2005". Por eso, agradeció el "gran esfuerzo" realizado por la ministra.

Sí calificó de "malo" el resultado del acuerdo logrado en cuanto al aceite, del que aseguró que "no es suficiente ni el más adecuado para los intereses de Extremadura", pero incidió en que no es peor del que había antes de que el Gobierno de Zapatero tomase las riendas de las negociaciones. El consejero añadió que la oferta para cambiar el voto negativo de España por 20 millones de euros adicionales fue un "auténtico chantaje".