Hay quien dice que Sadam Husein gozará de mejores condiciones de vida en la cárcel VIP del aeropuerto de Bagdad, donde, según Time , ha sido transferido, que en el zulo cerca de Tikrit donde fue hallado el pasado sábado por la Cuarta División de Infantería de Estados Unidos. Y es que, en el momento de su captura, el exdictador parecía más un vagabundo callejero que un caudillo insurgente. Esta es la crónica de sus últimas horas en libertad y de sus primeros instantes en prisión.El chivato pertenecía a su propia tribu

Sadam Husein había jugado al gato y al ratón con EEUU desde su última aparición pública televisada, en Bagdad, poco antes de la caída de la capital en abril. Las tropas ocupantes habían ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares (20,3 millones de euros, 3.378 millones de pesetas), pero el dictador logró escurrirse durante más de ocho meses entre los dedos de las tropas de EEUU, probablemente cambiando de escondrijo cada tres o cuatro horas.Hasta 20 o 30 refugios, seguramente construidos antes de la guerra, estaban a disposición del depuesto presidente iraquí. Según The New York Times, las tropas norteamericanas habían estado elaborando en las últimas semanas una lista de individuos que pudieran estar dando cobijo a Sadam, entre ellos funcionarios, líderes tribales y exguardaespaldas sunís.Tras varias redadas sin éxito, el pasado viernes, un individuo, cuyo nombre no ha sido revelado, dio a las tropas de EEUU la pista decisiva sobre el paradero de Sadam. Del chivato sólo se sabe que pertenece al clan o a la tribu de Sadam. La sustanciosa recompensa podría haber eliminado el complejo entramado de lealtades tribales en Irak y haber ayudado a convencer al presunto delator. Toda la operación, eso sí, fue el fruto de una recién estrenada cooperación entre el estamento castrense de EEUU y agentes de la CIA."Soy el presidente y quiero negociar"

El sol se pone temprano en esta época de año en Irak. A eso de las 18 horas del sábado, aprovechando la oscuridad, unos 600 soldados de la Primera Brigada de la Cuarta División de Infantería dieron comienzo a la operación Amanecer Rojo. Tomaron posiciones en torno a dos granjas denominadas en el argot militar Wolverine 1 y Wolverine 2 (Comadreja 1 y Comadreja 2) de Al Daur, cerca de Tikrit, donde podía hallarse el exdictador. Dos horas después, los soldados registraron ambos lugares, sin hallar rastro de Sadam.A continuación, las tropas de la Cuarta División de Infantería cerraron todos los accesos al área, mientras las fuerzas especiales batían la zona. Encontraron una pequeña granja de barro, a escasos metros del río Tigris, y en ella un agujero concienzudamente camuflado con una alfombra, un molde de plástico y basura. Cuando abrieron el zulo, los soldados estuvieron a punto de lanzar una granada en el interior, pero "dos manos aparecieron", dando a entender que el individuo que se hallaba en su interior "tenía intenciones de rendirse", explicó el coronel James Hickey.Según el comandante de la división, el general Raymond Odierno, Sadam parecía "desorientado". Lo primero que dijo fue: "Soy Sadam Husein, el presidente de Irak, y quiero negociar". La respuesta de sus captores fue sarcástica: "Recuerdos del presidente Bush"."No tengo armas de destrucción masiva

Una celda en el centro de detención del aeropuerto de Bagdad es, según Time, la nueva morada del expresidente iraquí. Citando fuentes del espionaje de EEUU, la revista norteamericana publicó ayer un extracto de los primeros interrogatorios a Sadam. "Estoy triste porque mi pueblo está cautivo", fue lo primero que dijo. Cuando le ofrecieron un vaso de agua, replicó: "Si bebo agua, tendré que ir al lavabo; ¿cómo puedo utilizar el lavabo cuando mi pueblo está cautivo?".Las supuestas armas de destrucción masiva esgrimidas por EEUU para lanzar la guerra contra Irak, fueron protagonistas en el primer interrogatorio. Interpelado sobre si las tenía, contestó: "No, por supuesto que no. Los Estados Unidos las soñaron para tener una razón para hacernos la guerra"."Si no tenía armas de destrucción masiva, ¿por qué no permitió a los inspectores acceder a sus instalaciones?", continuó el interrogatorio. Respuesta: "No queríamos que penetraran en las zonas presidenciales y se inmiscuyeran en nuestros asuntos privados".A pesar de la captura del exlíder iraquí, fuentes del espionaje de EEUU se mostraron pesimistas sobre la posibilidad de obtener informaciones confidenciales de Sadam o de la plana mayor de su régimen. Tras su arresto, el viceprimer ministro, Tarek Aziz, "apenas ha dicho nada", confirmaron a la revista Time las fuentes citadas.