Recibe el dato con la satisfacción que da el trabajo bien hecho y la desazón del que queda por hacer. Rafael Matesanz, fundador y actual coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), valora para EL PERIODICO el avance de los datos de donaciones y trasplantes en lo que va de año y la situación de Extremadura en este ámbito.

--Una subida del 5% en donaciones y del 6% en trasplantes en lo que va de año solo puede tener una valoración positiva.

--Sí, sobre todo porque que en España aumente el número de donaciones es muy complicado, porque estamos ya en un muy buen nivel. Hace unos años pusimos en marcha un plan estratégico y sus resultados se están dejando notar, de modo que hemos alcanzado los crecimientos más altos en lo que va de siglo; solo tuvimos un ritmo superior cuando empezábamos.

--Vincula entonces la última subida con el plan específico puesto en marcha con ese objeto.

--Sí, aunque siempre digo que en el ámbito de los trasplantes, las subidas o descensos nunca tienen una sola causa; hay muchas pequeñas cosas desde la situación de las urgencias donde llega el donante, la coordinación entre distintos servicios sanitarios... Pero hace unos años decidimos analizar qué iba bien y que iba menos bien y corregir los posibles problemas.

--¿Qué tipo de problemas?

--Pues, por ejemplo, la mayoría de las personas que se convierten en donantes han sufrido una muerte cerebral y están en una unidad de cuidados intensivos (UCI), por lo que la falta de camas en este servicio puede imposibilitar una donación. Este es uno de los riesgos que pensamos que puede tener la gripe A, ya que si se produce una sobrecarga en las UCI, puede reducir la posibilidad de donaciones. Pero son muchos los aspectos a tener en cuenta, desde la coordinación entre los servicios sanitarios a hablar bien con la familia.

--En este adelanto del balance de donaciones no hay datos por comunidades, pero sí que dicen que en la mayoría aumenta, ¿está Extremadura entre ellas?

--Hasta que no se cierra el año, no se dan los datos desagregados, pero Extremadura siempre suele estar por debajo de la media nacional. Sin embargo, hay que tener en cuenta que suele estar en torno a las 23, 25, 26 donaciones por millón de habitantes y que eso supone que está por debajo de la media de España (34,6%, el año pasado) y de otras comunidades, pero por encima del promedio europeo, que es de solo 16.

Hay diversos factores que provocan que Extremadura tenga una tasa inferior a la del conjunto del país, como son que el índice de negativas de los familiares sea algo superior al resto de España y que los donantes extremeños son más jóvenes, de media, que en otras comunidades, lo que indica que probablemente no se ha solicitado la donación a personas de edad superior, quizá porque los criterios de los trasplantes han sido diferentes.

--¿Más exigentes?

--Sí, las exigencias del Infanta Cristina --único hospital que realiza trasplantes en Extremadura-- han sido más estrictas, pero ahora están ampliándose, por lo que previsiblemente Extremadura tenderá a igualarse con otras comunidades. A ello también contribuirá el inicio del trasplante hepático, ya que los donantes de riñón pueden ser de mayor edad que los de hígado, por lo que la región tenderá a igualarse con el resto. Hasta ahora, además, la mayoría de los donantes proceden sobre todo de los hospitales más grandes, así que si mejora la contribución de los pequeños y medianos, podrían alcanzarse niveles parecidos a la media española.

Por tanto, no es una cuestión de falta de concienciación, sino que influyen distintos factores. Además, nunca hay que olvidar que Extremadura está por debajo de la media de España, pero muy por encima de países como Inglaterra (con 13 donantes por millón de habitantes) o Alemania (14).

--¿Pero la negativa familiar no era menor en Extremadura que en el conjunto de España?

--Algunos años sí, pero varía y suele estar por encima. Sin embargo, esto puede estar relacionado con que solo se seleccionen los mejores donantes: si solo se fijan en los donantes más jóvenes, el índice de negativa suele incrementarse. En Extremadura probablemente no se pide tanto a las personas de edad avanzada, pese a que pueden ser donantes. Por eso, esta media varía año a año.

--Más allá de las donaciones, la región también mejora en el ámbito de los tipos de trasplantes y el Infanta Cristina ya planea hacer trasplantes vivos en dos años.

--Así es, la potencia de este tipo de trasplantes es otro de nuestros objetivos y es perfectamente alcanzable en Extremadura. El trasplante vivo es un derecho de las familias de los pacientes, no se puede imponer. Nosotros lo único que hacemos es informar, pero que últimamente se hable de este tipo de trasplantes, de las ventajas que tiene, es una propaganda impagable. Nosotros estamos trabajando en todos los frentes (médicos, pacientes...) porque está claro que esta forma de tratamiento es la mejor.

--Además, las posibilidades se multiplican con los trasplantes cruzados, que han comenzado a realizarse este año en España.

--Efectivamente, abre las esperanzas a pacientes incompatibles con sus familias y dan a muchas familias la posibilidad de ayudar a sus parientes, intercambiando, además, esa opción.

--También ha sido el año del primer trasplante de cara.

--Efectivamente, se ha hecho el primer trasplante de cara en España y octavo en el mundo (aunque el primero que incluye mandíbula y lengua). Hemos sido el cuarto país en llevar a cabo un trasplante de estas características, lo que demuestra que estamos en un nivel muy elevado.

--Pero quedarán retos...

--Por supuesto, especialmente en este mundo de los trasplantes en el que cuando ya parece todo conseguido, nos asombramos de nuevo con trasplantes de brazos, manos, cara o traquea con ingeniería genética.