El jefe de la oposición, Mariano Rajoy, recomendó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero que a partir de ahora se guarde "para casa sus opiniones personales" sobre George Bush y "prime el interés general de España". El líder del PP, que mandó un telegrama de felicitación a Bush, se apresuró ayer a recordar cómo durante la celebración del Día de la Hispanidad del 2003 Zapatero permaneció sentado al paso de la bandera de Estados Unidos, un gesto que calificó de "chiste" y "gracieta" que, en último término, termina por ser "muy negativo para los intereses generales de los españoles".

"Haga declaraciones razonables y no dé patadas en la espinilla a un país que, a fin de cuentas, es la potencia más grande del mundo", insistió Rajoy. "Se han hecho cosas que no tienen ningún sentido".

Fuentes cercanas al expresidente José María Aznar, por su parte, explicaron que éste está "muy satisfecho" por el resultado de las elecciones porque los estadounidenses han preferido a un candidato que ha basado su campaña en "convicciones e ideas" y no a otro que planteó una estrategia "oportunista". La victoria de Bush --según Aznar-- será buena para la situación internacional.

El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, confió en que tras las elecciones del lunes las relaciones entre España y EEUU sean "lo más fluidas posible" tras el "enfrentamiento absurdo" mantenido en los últimos meses. "A EEUU se le podrán poner todas pegas que se quiera, pero es desde luego un país democrático y es la cuna de la libertad, que ha ayudado tantas y tantas veces a otros pueblos del mundo a poder recuperarla", añadió.

DE ARISTEGUI Desde el foro Tribuna Barcelona, el portavoz del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui aseguró que la política exterior de EEUU "no va a cambiar". Las relaciones con España seguirán "con la misma frialdad" y el Gobierno pagará la factura por sus "gestos inamistosos" hacia la Administración Bush. Sobre las elecciones, aseguró que han movilizado el voto radical.