El tiempo se agota, la anunciada declaración unilateral de independencia (DUI) se acerca y las posiciones de unos y otros siguen enrocadas. La mediación reclamada por Carles Puigdemont el miércoles fue rechazada ayer por Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno le dijo directamente, en una entrevista grabada con la agencia Efe, que, si se quiere sentar «dialogar, acordar, en el Parlamento o fuera del Parlamento», primero debe retirar la amenaza de la DUI. ¿En ese caso cabría la posibilidad de poner sobre esa mesa la opción de un referéndum pactado? No lo parece. Rajoy no está dispuesto a hablar «para liquidar la unidad nacional».

En opinión de Rajoy, lo primero que debe hacer Puigdemont es suspender «a la mayor brevedad posible» su proyecto de hacer una declaración unilateral, porque es «la mejor solución» y, además, «se evitarán males mayores».

Así las cosas, y pese a que ninguna de las dos partes parecen dispuestas por ahora a moverse de sus posiciones, Rajoy intentó mostrarse optimista y recordó que España ya consiguió superar momentos críticos en su pasado reciente, como cuando en el 2012 muchas voces le recomendaron que pidiera el rescate total de la economía. El líder del PP se congratuló de aguantar la presión y pedir ayuda financiera solo para los bancos. «En aquel momento hice lo que creía que debía hacer y ahora, porque es mi obligación y porque para eso soy el presidente del Gobierno de España, haré lo que crea que deba hacer, lo que crea que sea mejor para España y en el momento que me parezca más oportuno», declaró.

¿Qué hará en Cataluña? ¿Cuándo? Nadie responde en la Moncloa, algo que está inquietando mucho a los propios dirigentes del PP, que tienen que escuchar a Albert Rivera (Ciudadanos) y a José María Aznar que ellos actuarían cuanto antes. Es ese contexto de presiones de unos y otros al que se refería Rajoy al hacer la comparación con el rescate.

Los instrumentos que estos meses han ido poniéndose sobre la mesa son: el artículo 155 (para asumir algunas competencias de la Generalitat), la ley de seguridad nacional (que da al presidente la capacidad de decretar que hay un problema grave en una zona y tomar el control) y el artículo 116 (que se refiere a los estados de alarma, excepción y de sitio).

Además está abierta la vía de los tribunales, donde ya hay varias querellas contra los organizadores del 1-O y se ha citado a declarar a investigados por los delitos de sedición.

El último recado de Aznar, a través de Faes, la fundación que ya se desvinculó totalmente del PP, obtuvo respuesta por boca del coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo. El expresidente del Gobierno, con un comunicado titulado «El precio de la libertad» sobre la crisis con Catalunya, llega a decirle a Rajoy que, si no aplica todas las herramientas que le da la Constitución y se vez «incapaz» de solucionar este asunto, convoque elecciones.

Maillo le respondió que nunca conviene actuar «en caliente» e hizo un llamamiento a apoyar al Gobierno «sin fisuras».