El secretario general del PP, Mariano Rajoy, acusó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero de hacer de España un país "poco fiable" y "más vulnerable al terrorismo" con su decisión de retirar las tropas en Irak. Para Rajoy, la "precipitada" medida del presidente del Gobierno es "profundamente inmoral" e "insolidaria" con el pueblo iraquí y con los países que tienen soldados en el país árabe.

El líder del principal partido de la oposición dijo que Rodríguez Zapatero le comunicó por teléfono su decisión apenas unos minutos antes de hacerlo ante la prensa, sin pedirle en ningún momento su opinión. Tras sostener que el presidente ya había tomado la medida desde la semana pasada, lo criticó por no haber dicho "toda la verdad" en el debate de investidura. También le reprochó que tomara la decisión sin un debate previo en las Cortes. "Se había comprometido a hacerlo", apostilló.

Rajoy compareció ante la prensa hacia las 20.30 horas en la sede nacional del partido para pronunciarse sobre el anuncio de Zapatero. Lo hizo acompañado de su plana mayor, con la que había analizado antes la situación: el secretario general adjunto, Angel Acebes; el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana; el adjunto al secretario general, Carlos Aragonés, y el secretario del área de comunicación, José María Michavila.

"TIRAR LA TOALLA" El líder popular alegó que tanto el hoy presidente como el PSOE habían manifestado su disposición a buscar una resolución de la ONU que legitimase la presencia de las tropas españolas. "¿Por qué se ha tirado la toalla tan pronto?", preguntó Rajoy, para quien la prueba de que la decisión favorece al terrorismo es que "uno de los primeros grupos en aplaudirla fue Herri Batasuna".

Insistió una y otra vez Rajoy en censurar la precipitación del anunció de Zapatero, porque se produce, dijo, justo en un momento en que la propia ONU se ha comprometido a buscar una resolución que facilite el tránsito de Irak hacia la democracia.

El líder del PP defendió el mantenimiento de las tropas en Irak, cuyo despliegue decidió el Gobierno de José María Aznar contra la voluntad de la inmensa mayoría de los españoles.