El PP hará una oposición "dura y exigente", aunque también "leal y constructiva", al nuevo Gobierno socialista, según señaló ayer su secretario general, Mariano Rajoy, inmediatamente después de ser investido José Luis Rodríguez Zapatero como presidente.

Rajoy fue el primero en comparecer ante la prensa nada más acabar el debate de investidura. En el hemiciclo, corrió para saludar al nuevo presidente. Y fuera, en el escritorio, donde compareció ante los medios de comunicación, lo primero que destacó es que había felicitado a Rodríguez Zapatero y que le había deseado mucha suerte en el desarrollo de su gestión.

Fue el fruto de la cortesía. Acto seguido, el líder del PP aclaró que su partido hará una oposición dura y exigente porque es la "importante labor" que le corresponde al principal partido de la oposición y porque está dispuesto a defender su propio programa electoral, que han votado 9.700.000 españoles.

El líder del primer partido de la oposición quiso demostrar ayer que su dureza no impedirá al PP ser "especialmente" leal y constructivo "en los temas importantes", como el mantenimiento del modelo constitucional del Estado, la política económica y la lucha contra el terrorismo. En esos asuntos se mostró dispuesto a dialogar con el Ejecutivo, al que también pidió que desarrolle una política exterior "que defienda los intereses españoles en Europa, refuerce los vínculos con Iberoamérica y el Mediterráneo y preserve la relación con EEUU".

Las buenas palabras no ocultaron el ánimo de hacer una oposición beligerante en el inmediato futuro. El propio Rajoy comentó en los pasillos del Congreso que ahora le toca al PP ser oposición "y nos vamos a divertir".

LAS DUDAS DE ZAPLANA Ayer mismo, el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, arremetió contra los socialistas en el Congreso antes de la votación de la investidura, y volvió a sembrar la duda de si el nuevo presidente tiene pactos secretos con sus aliados, especialmente con ERC. Alfredo Pérez Rubalcaba, el portavoz del Grupo Socialista, denunció que esa actitud responde a una estrategia malintencionada del PP, porque la insinuación no tiene ninguna base real.

En relación con ERC e IU-ICV, Zaplana insistió en que Zapatero no ha desvelado "qué acuerdos tienen para que le voten la investidura, y esos acuerdos deben existir". "Cualquier persona con sentido común sabe que si le votan es porque ha hablado con ellos y, conociendo a algunos grupos, yo me jugaría una uña, porque me extrañaría muchísimo que se lo hubieran dado gratis", dijo Zaplana.