Mariano Rajoy y José María Aznar intentaron ayer convencer a Jaime Mayor Oreja para que vuelva al Gobierno pese a que la primera intención del exministro del Interior era seguir como portavoz en el Parlamento vasco para emplearse a fondo contra el plan soberanista que Juan José Ibarretxe presentará a finales de mes.

Esta sería la manera con que tanto el viejo como el nuevo líder del PP compensarían a Mayor Oreja por su fidelidad al irse al País Vasco y mantener la disciplina a pesar de no ser elegido sucesor.

Fuentes oficiales vaticinaron que hoy se conocerán los nombres de las personas que el presidente del Gobierno piensa proponer al Rey para cubrir las vacantes que Rajoy deja en el Ejecutivo.

El nuevo líder del PP conversó telefónicamente con Mayor ayer por la tarde para que aceptara ser ministro de nuevo. Rajoy también pidió a Aznar que contara con el portavoz del PP en Vitoria en la escasa remodelación de su Gabinete. El presidente tiene una charla pendiente con Mayor, que podría celebrarse hoy.

Si Mayor Oreja acepta finalmente estas presiones, fuentes del PP le situaron en el Ministerio de Administraciones Públicas, donde podría seguir con su papel de látigo de los nacionalistas vascos. En este esquema, Javier Arenas sería ministro de Presidencia y portavoz del Gobierno.

"DISPONIBILIDAD TOTAL"

En los dos últimos días, Mayor ha ido modulando su negativa a volver a Madrid que mostró el fin de semana tras conocer que él no era el sucesor.

Ayer, al salir de la reunión de la junta directiva del PP, el exministro habló de su "disponibilidad total". "El presidente y el señor Rajoy decidirán en qué papel debo estar en los próximos meses", añadió.

En declaraciones a la COPE, Mayor dijo que nadie le desee volver a ser ministro del Interior porque es "quererle mal".