El hombre fiel, Mariano Rajoy, es el elegido por José María Aznar como su sucesor. El presidente del Gobierno, en una operación calculada al milímetro, filtró ayer el nombre del nuevo cartel electoral del PP. El vencedor de una carrera sucesoria que ha durado más de tres años pasa el fin de semana con Aznar en la finca de Quintos de Mora, en Toledo. El gran perdedor es Rodrigo Rato, el autor que ha firmado la política económica española de los últimos años, que ayer se apresuró a mostrar su adhesión al nuevo líder.

En Quintos de Mora, Aznar y Rajoy empezaron ayer mismo a mover las fichas. Decidieron que el vicepresidente dejará el Ejecutivo para dedicarse al partido. Será secretario general del PP en sustitución de Javier Arenas, que ocupará una vicesecretaría. Aznar acometerá una crisis de Gobierno, ya que tiene que relevar a Josep Piqué como ministro de Ciencia y Tecnología para que se dedique a la campaña electoral catalana. Sin embargo, no es tan seguro que Rajoy tenga sustituto en el Gobierno. Rato, vicepresidente segundo, podría ser el único número dos del Ejecutivo.

AYUDANTE SIEMPRE FIEL

Rajoy ha sido siempre un fiel ayudante de Aznar. En él ha depositado su confianza para acometer los asuntos espinosos de sus dos mandatos. Ahora, cuando el PP se juega una permanencia en el poder, Aznar ha confiado en Rajoy, el gallego dialogante, para que se enfrente a José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre de los pactos.

Sea o no un sucesor dócil, Aznar ya le puso los deberes el pasado miércoles en Quintanilla de Onésimo (Valladolid). Allí, el presidente dejó claro que su sucesor deberá ocuparse, si gana las elecciones del 2004, de: "La estabilidad institucional de España, el bienestar económico y social, la proyección internacional y la lucha contra el terrorismo".

Lo cierto es que Aznar ha marcado ya el leit motiv de la campaña: el peligro de desmembración de España. Y a ese guión deberá ajustarse Rajoy. La primera prueba de fuego será el órdago del lendakari, Juan José Ibarretxe, que presentará en septiembre su plan soberanista.

Esta vez, Aznar limitó las sorpresas a los tiempos. Precipitó su decisión unas semanas, pero ha rechazado golpes de efecto. Ni una mujer ni un tapado . Las quinielas sólo tenían dos ases: Rajoy y Rato, y el presidente optó por el primero. Las interpretaciones de la elección apuntaron a la mayor docilidad de Rajoy y a que Rato es más atacable por el caso Gescartera y sus negocios.

EL DESCONOCIMIENTO DE RATO

Cuando Rajoy salió el viernes pasado a atender a los periodistas tras el Consejo de Ministros, ya conocía que le había tocado a él, según fuentes del PP, aunque el afectado no ha soltado prenda. Allí hizo gala de su ambigüedad: "Ni siquiera lo que sé parece razonable que lo cuente", dijo para escabullirse de los informadores.

Por su parte, Rato, el único candidato que no se ha escondido a la hora de expresar sus aspiraciones sucesorias, en ningún caso conoció la decisión de Aznar antes del viernes, según fuentes próximas al vicepresidente económico. Nada más saberse la noticia, Rato declaró que estaba "muy contento" con la decisión del presidente. Fue el primer dirigente del PP en dar su opinión.

Durante la tarde del viernes, Aznar emprendió una ronda de contactos a dos niveles: unas con los pesos pesados del partido, como Rajoy, Rato, Javier Arenas, Angel Acebes o Francisco Alvarez- Cascos, entre otros; y otras más superficiales con dirigentes regionales a los que se limitó a pedirles confianza en su decisión y apoyo sin fisuras al candidato.

ALMUERZO EN LA MONCLOA

El presidente había abierto el viernes la espita al pedir al secretario general del PP, Javier Arenas, que convocara para el lunes al comité ejecutivo del partido --compuesto por 111 dirigentes-- y, para el martes, a la junta directiva nacional, órgano que supera el medio millar de miembros. En principio, el lunes era el día clave para conocer el nombre. Pero Aznar volvió a precipitar ayer los acontecimientos. Reunió en un almuerzo en la Moncloa a sus hombres de siempre: Rajoy, Rato, Jaime Mayor Oreja y Javier Arenas. Nada más sentarse a la mesa, les comunicó su decisión.

LA FILTRACION

La comida acabó con el acuerdo de filtrar de inmediato la noticia, aunque fuentes de la Moncloa aseguraron que Aznar ya tenía previsto con antelación el día, la hora y el mecanismo de difusión del nombre. Se hizo a través de varias agencias de noticias y dio tiempo de que el Telediario de las 15 horas y algún informativo de televisión más lanzara la noticia, que solapó la cumbre que el PSOE celebró ayer en Santillana del Mar (Cantabria) para dar a conocer de forma solemne su modelo territorial para España. La puesta de largo del nuevo candidato será a finales de septiembre.