El presidente del PP, Mariano Rajoy, considera que el Gobierno, tras el atentado de ETA, debería haber roto el proceso de paz. El líder popular exigió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la supresión de los contactos con los etarras. Pero como este solo anunció la suspensión del diálogo con la banda, fuentes del PP aseguraron que Rajoy juzgaba el gesto como insuficiente y que estaba insatisfecho. Para el dirigente conservador no era el momento de "seguir recurriendo a fórmulas ambiguas, sino de anunciar claramente la ruptura del proceso" de paz.

Las mismas fuentes afirmaron que el líder popular esperaba que el Ejecutivo rompiera el proceso. No obstante, al ver que el presidente no daba este paso, Rajoy no expresó públicamente su discrepancia con la reacción del Gobierno. El único que lo hizo, y en el contexto de una crítica a Manuel Chaves, fue el presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, quien dijo que "lo lógico, lo democrático y lo digno no era suspender las conversaciones, sino la ruptura total y absoluta con Batasuna y con ETA".

La única comparecencia pública de Rajoy fue a las 13.00 horas, cinco horas antes de la declaración de Zapatero. Tras hablar con este pero sin escuchar las explicaciones que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, había anunciado que iba a ofrecer a la misma hora, el líder del PP afirmó que el atentado "confirma" que ETA es "una organización criminal que no quiere la paz". Por tanto, aseguró que su partido se reafirmaba en las posiciones que ha mantenido desde el alto el fuego.

CERTEZAS Así, exigió a Zapatero que "suprima cualquier contacto" con ETA. Además, solicitó al Gobierno que dé "certidumbres" a los españoles de si prevé cambiar su política antiterrorista y le exigió "volver a la ley y la firmeza del Estado de derecho".

El coordinador de IU, Gaspar Llamazares, respaldó la decisión de Zapatero de suspender el diálogo con la banda y criticó a Batasuna por no haber condenado el atentado y seguir "subordinada" a ETA. Para Llamazares a partir de ahora las fuerzas políticas deben unirse contra la banda, pero al mismo tiempo "reforzar la apuesta por la paz".