Mientras se espera el desenlace del viaje de Carles Puigdemont y algunos de sus exconsejeros a Bruselas, el PP ya ha puesto en marcha la maquinaria para presentarse a las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Los conservadores se van a volcar en la precampaña porque consideran que España se juega «mucho» en esas urnas.

Mariano Rajoy reunió ayer en la sede de la calle de Génova al comité ejecutivo nacional del partido, para explicar al detalle a los dirigentes del partido de toda España la nueva etapa abierta en Cataluña, con la aplicación del artículo 155, y anunciarles que va a retomar el objetivo de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para el 2018, una vez que ha dejado claro que ha optado por una intervención de la Generalitat «limitada en tiempo y en forma». Hace cinco semanas, los nacionalistas del PNV, fundamentales para la aprobación de las cuentas, marcaron distancias con el Ejecutivo a la espera de ver su respuesta al desafío independentista.

Según explicó un portavoz, Rajoy dijo a sus compañeros de filas que el PP ha demostrado que es «un valor seguro» para los «momentos difíciles». El jefe conservador dijo que tomó la decisión de desplegar ese precepto constitucional porque le pareció lo «más razonable» después de «ponderar todas las opciones». «¿Quién gana?», se preguntó. «La democracia», se respondió antes de hacer ver entre líneas que es necesario que las declaraciones sobre la intervención sean sosegadas.

Rajoy es partidario de acudir al 21-D con sus siglas y decidir luego los posibles acuerdos para conformar la nueva Generalitat con todos los partidos, salvo con los independentistas.

Después de la reunión, el coordinador del PP, Fernando Martínez-Maillo, subrayó que la convocatoria de elecciones por parte del Gobierno central ha dejado «descolocado» al soberanismo, cuyos líderes «ya son pasado». «Y después de la declaración unilateral de independencia (DUI), ¿qué queda? Nada, muchísimo daño a Cataluña y España y sus propias responsabilidades penales», sentenció. Por la tarde, en otro cónclave más reducido, la cúpula de la formación conservadora empezó a decidir qué tipo de presencia tendrá el jefe del Ejecutivo en Cataluña durante la campaña, ya que, según fuentes de la dirección, hay que analizar el impacto que puede tener en los votantes la presencia de Rajoy mientras Cataluña está intervenida por Madrid.

Algunos políticos del PP no ven con buenos ojos la posibilidad de que Puigdemont se presente a las elecciones catalanas, una posibilidad que puso sobre la mesa el sábado el ministro portavoz de la Moncloa, Íñigo Méndez de Vigo. El también titular de Educación afirmó en una entrevista en Reuters que «sería bueno» que el político catalán concurriese para que los ciudadanos «juzgasen» su labor. Preguntado por esta posibilidad, Maillo admitió que Puigdemont y Oriol Junqueras pueden presentarse «hasta que un juez» decida si «están inhabilitados». « En este país la democracia y el Estado de derecho funcionan, podrá presentarse», subrayó.

CELERIDAD DE LA JUSTICIA / Al entrar a la reunión en Génova, que empezó una hora y media antes de saber la imputación de rebelión por parte de la fiscalía, el líder del PPC, Xavier García Albiol, admitió que no le gustaría tener que competir electoralmente con el president cesado porque ha hecho «mucho daño» a Cataluña. Por eso, confió en que la justicia actúe con «celeridad» para que «aquellos que han provocado un golpe de Estado tengan que dar respuesta ante el conjunto de los ciudadanos». Si bien precisó que, si finalmente concurren, «no hay ningún tipo de problema» y el reto será ganarles en las urnas. En la misma línea, la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, pidió a los tribunales que actuén cuanto antes porque le gustaría ver a Puigdemont, además de destituido, «inhabilitado».

Ante los cuadros de su partido, Rajoy aseguró que la evolución económica es buena aunque no es momento de distraerse. «Tonterías, las justas», llegó a decir, según un portavoz oficial. El jefe del Ejecutivo considera que, una vez que ya se ha puesto en marcha el artículo 155 y ha demostrado que busca una intervención mínima en la Generalitat, puede volver a reactivar la negociación de los Presupuestos con el PNV. En este sentido, Maillo aseguró que «hay razones para avanzar en la negociación y en el acuerdo» con los partidos que apoyaron las cuentas el año anterior, entre ellos los nacionalistas vascos y los canarios.