En apenas ocho meses de trabajo, el defensor del usuario de la Sanidad Pública, más conocido como el defensor del paciente , José Ramón Hidalgo, ya ha presentado las primeras recetas para mejorar el sistema, basadas en las quejas, 150 en total, que le han transmitido los extremeños. Como no podía ser de otro modo, la reclamación más insistente tiene que ver con las listas de espera, sobre todo en especialidades como traumatología, fertilización in vitro y patologías del sueño.

Al panorama general se suman casos más concretos, como el de pacientes a los que se ofrece operarles en otra localidad de algo que puede operarse en la suya, y si se niegan, el SES les coloca en último lugar de la lista, o el de una mujer de Coria, que vivió un auténtico calvario.

Así, en el hospital de su localidad le diagnosticaron en el 2001 una enfermedad de columna que necesitaba intervención, y fue remitida al Hospital de La Paz, en Madrid. Sin embargo, allí le dijeron que no hacía falta que se operase, y vuelta a Coria, donde la envían a la Fundación Jiménez Díaz, cuyos médicos confirman que debe operarse, pero no allí, sino en Extremadura, porque existe esta unidad en el San Pedro de Alcántara de Cáceres. La mujer entra en lista de espera en julio del 2002, y le realizan el preoperatorio en enero del 2003.

Un mes después le indican que este hospital ya no hace esas operaciones, y la derivan a la clínica Virgen de Guadalupe de Cáceres, pero se encuentra con la sorpresa de que le informan que entra de nuevas en lista de espera en junio del 2003.

Es decir, dos años después de que le dijeran que debía ser intervenida es cuando entra en lista. Hidalgo indicó que, finalmente, se consiguió que se le respetase junio del 2002 como fecha de entrada en lista.

Otro problema detectado es la realización de preoperatorios meses antes de la intervención, con lo que el paciente cree que será operado en breve y cancela proyectos, o el largo tiempo de espera para entrar en rehabilitación una vez intervenido.

Falta de información

El defensor del usuario también llamó la atención del SES sobre quejas por el silencio administrativo cuando los pacientes piden copia de la historia clínica o de sus informes, o por los malos modales del personal cuando se les pide algún tipo de información.

Como cuestiones más concretas, Hidalgo hace constar casos donde enfermos de Alzheimer han sido tachados de conflictivos en los hospitales porque el personal que los trataba de otra patología desconocía que padecían esa enfermedad, y no se permitía a los familiares acompañarles ni había cuidadores especializados para ellos, o el hecho de que cuando se llama a un centro de salud para pedir información se derive sistemáticamente la llamada al 901 de cita previa, cuando no se quiere una cita, sino información.

Por último, Hidalgo aludió al caso del San Pedro de Alcántara, donde se había denunciado un posible riesgo en la manipulación de medicamentos quimioterápicos, y señaló en su informe que de la investigación realizada se desprende que las denuncias son infundadas, y que en los procedimientos de manejo de estas sustancias se siguen las normas, por lo que no existe peligro.