Dos familias francesas tienen mucho que agradecer a dos madres extremeñas, tanto como ayudarles a vivir mejor. Y es que a lo largo de este año, las células madre de cordones umbilicales procedentes de Extremadura han sido trasplantadas a dos pacientes en Francia, en uno de los casos a un varón afectado por leucemia aguda hospitalizado en Lyon. Es el ejemplo más claro de la labor que está haciendo el Banco de Sangre de Extremadura respecto a las células madre. Además, el número de bolsas de sangre extraída de los partos en la región superará este año las 836 bolsas recogidas en el 2008, ya que a 31 de octubre ya se habían recogido 781 y "es posible que en noviembre se hayan sobrepasado las del año pasado", señala José María Brull, director del Banco de Sangre de Extremadura.

Y es que Extremadura es, junto a Aragón, Islas Baleares, Cantabria, Navarra y Cataluña, una de las comunidades autónomas que colaboran en el Programa Concordia de trasplante de sangre del cordón umbilical, y que han situado a España a la cabeza en este tipo de intervenciones en Europa, al haber llevado a cabo, de momento, un total de 128.

La sangre del cordón umbilical sirve para el trasplante de pacientes con enfermedades que afectan a la médula ósea y que no disponen de un hermano compatible. Cada día se recogen cordones umbilicales en la región de los partos que se registran en los hospitales, en el Banco de Sangre se efectúa una primera criba y los que están perfectamente sanos en cuanto a cantidad y calidad de las células madre se envían a Barcelona en menos de 48 horas, donde se almacenan a 190 grados bajo cero. Es en una entidad similar en la ciudad condal desde donde se lleva a cabo la gestión central de esta labor interautonómica, aunque Brull deja claro que todas las regiones que participan en el Programa Concordia tienen total autonomía para hacer su trabajo. Además, existe una red virtual con un registro de procedencia de cada cordón umbilical y sus características.

En todo caso, los controles son muy rigurosos debido a que los destinatarios son personas muy enfermas a las que cualquier virus puede resultar fatal. Por eso, comenta este experto, a los seis meses a las madres que han donado el cordón umbilical se les vuelve a repetir una completa analítica para ver como está el niño y detectar cualquier anomalía que se hubiera podido esconder en aquel primer momento, porque haya virus que aparecen al cabo de unos días de incubarlos. Se descartan así posibles contagios de enfermedades como la sífilis, la hepatitis o el sida. "Se trasplanta a gente muy enferma y no nos podemos permitir el lujo de traspasar un virus", insiste Brull.

El director del Banco de Sangre de Extremadura es muy claro en este sentido y pone un ejemplo muy gráfico: "De la sangre se aprovecha todo, como del cerdo", pero con controles muy exhaustivos. De hecho, en mucho de los casos los cordones no sirven para trasplantes, porque "el número de células madre tiene que ser alto", aclara. Sin embargo, en estos casos se aprovechan en la mayoría de los casos para la investigación, previa autorización de la madre donante. Así, en la actualidad en Extremadura hay abiertas una decena de líneas de investigación con células madre que no se han podido utilizar para trasplantar.

UNA TASA MUY ACEPTABLE Por todo ello, Brull se muestra "muy satisfecho" con los resultados de donaciones que se registran en Extremadura, sobre todo teniendo en cuenta que a nivel internacional se considera "aceptable" 5 donaciones por cada 100 partos "y en Extremadura hay más de ocho y este año lo vamos a rebasar a llegaremos casi al doble del promedio internacional".

El 30% de las unidades de sangre de cordón umbilical facilitadas para trasplantes desde el Programa Concordia se ha quedado en España; un 50% se ha enviado al resto de Europa y lo demás a EEUU y latinoamérica.