Extremadura no registraba unas lluvias tan abundantes desde 1995, que han logrado recuperar las reservas de agua rápidamente. Así lo aseguró ayer el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Lorenzo Ramos, tras detallar que a pesar de las bondades de las precipitaciones sobre el campo y los embalses, habrá daños importantes en sectores como la aceituna, porque mucha de ella ha caído al suelo, y que se reducirá también la calidad del aceite.

Las organizaciones agrarias coinciden en que la sequía se aleja gracias a la climatología adversa de las últimas semanas pero que dejará pérdidas millonarias aún sin cuantificar en los cultivos.