El año que viene, las energías renovables generadas en Extremadura permitirán ahorrar la emisión anual de 710.500 toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI), principalmente CO2, a la atmósfera, lo que en términos comparativos equivale a la mitad de la emisión de GEI de la refinería que proyecta Gallardo (1,5 millones de toneladas de CO2 por año). Esta es la previsión recogida en la Estrategia Extremeña de Lucha Contra el Cambio Climático 2009-2012, aprobada el viernes y cuyas líneas básicas adelantó ayer la directora general de Evaluación y Calidad Ambiental, María Pérez, durante el acto de celebración del Día Meteorológico Mundial.

En total, se prevé que en el 2010 estén instalados 865 megavatios (MW) de energías limpias, de manera que la producción eléctrica no tendrá que hacerse por centrales térmicas o de carbón. Casi la mitad de esta potencia en renovables vendrá de centrales fotovoltaicas, mientras las termoeléctricas contarán con 250 MW, las eólicas con 200 MW y la única de biomasa con 15 MW. Pérez explicó que de esta forma Extremadura producirá el 4% del total de renovables de España, y manifestó que esta parte "es el aspecto más fuerte de la estrategia extremeña contra el cambio climático".

SUMIDEROS DE CO2 Otro de los puntos relevantes del plan es incrementar la capacidad de árboles y plantas para absorber y fijar CO2 en sus procesos biológicos (los denominados sumideros de CO2) que contribuyen a retirar de la atmósfera una parte de los GEI emitidos. En este sentido, Pérez explicó que se está terminando de realizar un inventario de los sumideros extremeños y agregó que entre 1990 y el 2000 los bosques de la región absorbieron 4,7 millones de toneladas de CO2. La apuesta es ahora potenciar el plan forestal con nuevas reforestaciones para que el total de GEI que se absorba por esta vía al año ronde los 1,3 millones de toneladas.

Asimismo, la estrategia contempla el aprovechamiento del biogás que se produce por la fermentación de residuos en los vertederos sellados e impulsar la metanización (generación de gas metano) de los residuos orgánicos depositados en los ecoparques para producir energía a partir de este gas.

En cuanto a los denominados sectores difusos --aquellos en los que es más difícil medir y controlar las emisiones por ser muy dispersas-- como la agricultura (responsable en Extremadura del 49% de las emisiones de GEI, con 4,4 millones de toneladas anuales) o el transporte (responsable del 32% de los GEI, con 2,9 millones de toneladas al año), las medidas son más genéricas.

Así, en el caso de la agricultura la estrategia pasa por promover la fertilidad sostenible con menor uso de fertilizantes (contaminantes en su elaboración y en su uso) y el uso eficiente del agua de riego. Respecto al transporte, la apuesta pasa por fomentar el uso del transporte colectivo, implantar progresivamente los autobuses eléctricos, promover la utilización de la bicicleta como medio de transporte urbano e impartir cursos de conducción eficiente.

La directora de Calidad y Evaluación Ambiental comentó que el objetivo de todas estas medidas --y otras que se explicarían en la presentación oficial de la estrategia-- es lograr que la huella ecológica1 (impacto de las actividades humanas en el medio) siga siendo la menor de toda España.