Antonio Leal, de 44 años, pasó ayer tres horas con el agua al cuello. El fue una de las seis personas que tuvieron que ser rescatadas en Extremadura a causa de las inundaciones. Tres en Ribera de la Alcazaba, en Badajoz, dos en Valdebótoa y una en Cáceres, donde el rescate se prolongó durante 3 horas e incluso también se tuvo que sacar del agua a dos bomberos cuya balsa volcó cuando iban a socorrer a Leal, al que le salvó el poste de la cancela al que se agarró. Salió del agua por su propio pie, aunque ayer por la tarde seguía ingresado en la residencia. Familiares indicaron que está bien y recuperándose.

En Valdebótoa se rescató a dos jóvenes, según informó la Delegación de Gobierno en Extremadura, que estaban de acampada en las inmediaciones del río Gévora y se quedaron aislados. En Ribera de la Alcazaba se sacó a tres miembros de una misma familia, de 63, 60 y 54 años, cuya vivienda se había inundado.

A Antonio Leal y a su madre, que tienen un terreno con ganado en la ribera cacereña, cercano a la depuradora, les sorprendió la fuerte crecida del agua tras el desembalse en el Guadiloba, del que se abastece Cáceres y que entre las dos de la mañana de ayer y las siete de la tarde vertió unos diez mil millones de litros.

Salas pudo salir a tiempo, pero su hijo quedó atrapado en mitad del agua. Eran las siete y media de la mañana cuando los dos habían ido a sacar el ganado después de que otro vecino les avisase de la crecida por el desembalse. "Todo fue muy rápido", explicó Salas unos minutos antes de que sacasen a su hijo y mientras se vivían momentos de inquietud por las dificultades que había para sacarle, la tardanza y el temor de que al final el poste cediese y se fuese aguas abajo.

Lo primero que se pensó fue en socorrerle con el brazo articulado de uno de los vehículos de bomberos. Debido a la inestabilidad del terreno se descartó. Luego se intentó con un helicóptero, pero por razones técnicas no fue posible. Dos bomberos entraron con una barca, pero el agua, por su fuerza, la volcó. Al final, usando cuerdas con arneses y tirando se logró sacar a los dos bomberos, que se habían agarrado a unos matorrales, y a Leal, al que metieron en una ambulancia y llevaron a la residencia. "Tenía frío y decía que no sentía las rodillas", afirmó un familiar.

En la tareas de rescate participaron los bomberos, agentes de la Policía Local y Nacional, con los mandos de estos tres servicios, Guardia Civil y el personal, entre otros, de la Cruz Roja, 112 y Dya, además de personarse el subdelegado del Gobierno, Fernando Solís. Unos minutos antes de las once todo había acabado.

A las labores de rescate ayudó que se cerrasen dos de las tres compuertas centrales de la presa del Guadiloba. Precisamente, todo se había iniciado una media hora después de que a las siete menos cuarto de la mañana se tuviesen que abrir las tres compuertas centrales de la presa para poder aliviar el agua que entraba a esa hora. Con posteriori-

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