Las lluvias de las dos últimas semanas han permitido a los embalses extremeños recuperar el nivel de hace quince meses y acumulan, según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, un total de 7.638 hectómetros cúbicos, lo que supone más del 53% de su capacidad total. La incidencia de las precipitaciones en la reserva de agua ha sido especialmente relevante en la última semana. Pese a que llovió menos que en los siete días anteriores, la lluvia caída se encontró con un terreno ya empapado, y eso permitió que el agua acabase en las presas.

En el análisis por cuencas, destaca la mejoría experimentada por la del Tajo. Hace poco menos de 18 meses, las presas extremeñas situadas en esta cuenca acumulaban apenas 2.782 hectómetros cúbicos, esto es, 930 hectómetros cúbicos menos que en la actualidad. Destaca el hecho de que sólo en las últimas dos semanas estos embalses han ganado 700 hectómetros cúbicos.

Por contra, la cuenca del Guadiana cuenta actualmente con menos agua que al inicio del verano del 2005. Entonces acumulaba 4.729 hectómetros cúbicos, pero la sequía que se ha cebado especialmente en esta zona durante el último año hizo caer la reserva a los 3.541 hectómetros cúbicos que guardaban los embalses a medidados de octubre. Las precipitaciones de los últimos días han paliado esta merma, aunque no totalmente. Ahora la reserva está en 3.925 hectómetros cúbicos, casi 400 más que hace dos semanas pero aún a 800 hectómetros cúbicos de la situación de hace 15 meses.

SUBE ALCANTARA Dentro del panorama general destaca el hecho de que han sido las grandes presas las más beneficiadas por la entrada de agua en los últimos días. En la cuenca del Tajo es muy relevante el caso del embalse de Alcántara, el segundo más grande de Extremadura, que en apenas siete días ha crecido en 289 hectómetros cúbicos, con lo que se sitúa al 59% de su capacidad, trece puntos por encima de la situación de hace año y medio. En esta misma cuenca, el pantano de Gabriel y Galán gana 131 hectómetros cúbicos en quince días y acumula 282 hectómetros cúbicos, el doble que hace quince meses, aunque todavía está a menos de un tercio de su capacidad.

Entre los embalses de menor tamaño destaca la situación de Borbollón, que tiene en reserva 65 hectómetros cúbicos, lo que significa que está al 74% de su capacidad cuando hace año y medio no llegaba al 24%.

Por contra, presentan peor nivel que a principios del verano del 2005 presas como la del Guadiloba, que está al 55%, y la de Torrejón, que cuenca con tres hectómetros cúbicos menos, aunque sigue presentando una situación privilegiada al estar rozando el 90% de su capacidad.

EL GUADIANA, PEOR Por lo que se refiere a los principales embalses de la cuenca del Guadiana, destaca la mejoría del mayor de Extremadura, el de La Serena, que gana 93 hectómetros cúbicos en siete días, y se sitúa con 1.473 hectómetros cúbicos, el 46% de su capacidad. Sin embargo, su situación es aún mucho peor que la de hace año y medio, cuando superaba los 2.000 hectómetros cúbicos de agua embalsada.

También Cíjara gana una cantidad relevante de agua, 65 hectómetros cúbicos en siete días hasta situarse en 550 hectómetros cúbicos, algo más de un tercio de su capacidad. En todo caso, aún cuenta con 88 hectómetros cúbicos menos que en el verano del 2005.

Por lo que se refiere a las presas de abastecimiento humano ubicadas en zonas donde la sequía empezaba a causar alarma y llevó incluso a la implantación de restricciones para ciertos usos, la de Llerena ha conseguido recuperarse y ronda el 90% de su capacidad. Igualmente, Los Molinos ha superado la situación extrema para pasar al nivel contrario, al ganar en siete días once hectómetros cúbicos y situarse al 100%.

Mientras, la de Tentudía, una de las más afectadas, gana un hectómetro cúbico, es decir, logra duplicar su reserva en una semana. Sin embargo, aquí la situación aún dista de ser tranquilizadora, porque apenas está al 40% de su capacidad y además se trata de un embalse que sufre una gran demanda para su tamaño, con lo que podrían darse de nuevo problemas a medio plazo.