Para practicar la autopsia a los siete fallecidos en el trágico accidente de Oliva de Mérida y que pudieran estar terminadas cuanto antes se hizo necesaria la actuación de nueve forenses en el Instituto de Medicina Legal de Badajoz, donde llegaron los cuerpos repartidos en dos furgones hacia las doce del mediodía. La actividad en estas instalaciones sobrepasó con mucho la habitual. Las autopsias se iniciaron sobre las cinco de la tarde y estaba previsto que concluyesen hacia las nueve de la noche, para que todos los cuerpos pudieran regresar antes de que concluyese la jornada a sus localidades de origen y se instalasen las capillas ardientes.

El director del Instituto de Medicina Legal, Mariano Casado, manifestó que éste es el accidente de tráfico con más víctimas que este servicio ha atendido en los últimos años. Habría que remontarse a la riada ocurrida en 1998 para superar la cifra de fallecidos en Badajoz.

Las autopsias confirmaron que todas las muertes se produjeron por politraumatismos "muy severos" propio de un impacto tan "cruento", en palabras de Casado. Respecto a la posibilidad de que en el conductor del vehículo que causó el choque hubiera influido la ingesta de alguna sustancia, no se determinará hasta que no se tengan los resultados de los análisis toxicológico de las muestras recogidas a los fallecidos y que se tienen que enviar a Sevilla porque, por ahora, no se pueden analizar en Badajoz.

DE GUARDIA La médico forense que estaba ayer de guardia recibió el aviso a las siete de la mañana y se desplazó al lugar del accidente para inspeccionarlo y posteriormente reconocer e identificar los cuerpos. Cuando se producen situaciones de víctimas múltiples, en el Instituto de Medicina Legal tienen activado un protocolo interno, que se puso en funcionamiento, por parte del servicio de Patología, que solicitó el concurso de varios médicos forenses y logró convocar a nueve, con el fin de agilizar las autopsias lo más posible para evitar prolongar el sufrimiento de las familias.

Algunos familiares se acercaron al Instituto de Medicina Legal, donde se vivieron escenas de terrible dolor por lo ocurrido y fueron derivados al tanatorio de La Soledad, donde se encuentran las salas judiciales. Allí permanecieron mientras se realizaban las autopsias, a la espera de poder acompañar a sus familiares de vuelta a sus localidades.