Dos son los retos principales a los que se enfrenta Fernando Pizarro en esta legislatura: resolver definitivamente el problema de las huertas de La Isla con el pago de la deuda de forma que no asfixie a los placentinos, y conseguir que la reforma de las avenidas Martín Palomino y España se plasme con nombre y apellidos en los presupuestos y, al menos, se inicie.

Las huertas es, sin duda, "la madre de todos los problemas", como en alguna ocasión ha dicho Pizarro. En virtud de diez sentencias judiciales, el ayuntamiento debe pagar a los propietarios 26,8 millones de euros más intereses. El pleno aprobó en julio la petición de dos créditos al Ministerio de Hacienda por valor de 24,1 millones para hacer frente a la mayor parte de la deuda en metálico, como los dueños quieren, a cambio de la quita de los intereses. Otro de sus recursos es ofrecer suelo a los propietarios.

Mientras el gobierno placentino espera la respuesta ministerial, tiene sobre su cabeza la espada de Damocles de un pago de 3 millones previsto inicialmente para el próximo año. Este trimestre será clave en la solución.

En cuanto a Martín Palomino, es una demanda de hace 20 años, que uno y otro gobierno han prometido y supondría el arreglo del acceso sur a la ciudad, plagado de industrias. Pizarro tiene casi cuatro años para lograr el compromiso de la Junta y el Ministerio de Fomento para cofinanciar la obra.