Lo dicen los economistas y lo saben los empresarios en apuros o quienes necesitan hipotecarse para comprar una casa, por ejemplo, pero ahora también las cifras lo reflejan: los bancos y entidades crediticias han endurecido sus condiciones para conceder créditos. Según recoge el Banco Central de España en su web, el incremento de préstamos formalizados en la región en el segundo trimestre de este año (último dato disponible) con respecto al mismo periodo del 2007 disminuyó en casi cinco puntos porcentuales, es decir, se suministró más dinero a quien lo solicitó (como demuestra que se prestaran 22,7 millones de euros, frente a los 20 del 2007), pero la subida interanual fue menor que la registrada un año antes (un 13,3% frente al 17,9% del año anterior).

El descenso es aún superior si tenemos en cuenta los datos del conjunto de España, donde el incremento interanual de concesión de créditos disminuye 11,8 puntos --del 22,7% registrado en el segundo trimestre del 2007 al 10,9% de este año--. En total, se pasa de los 1.329 millones de euros concedidos en créditos en el segundo trimestre del 2007 a los 1.809 de este año. "Esta claro que estos datos demuestran la falta de confianza general dentro del sistema financiero, caracterizado por un elevado nivel de inestabilidad en la actualidad, que está provocando que los bancos y las entidades crediticias eleven su nivel de exigencia para conceder créditos", explica Antonio Fernández, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Extremadura (Uex).

¿Pero por qué si la crisis es global, sus efectos --al menos en este caso-- están manifestándose de forma más leve en la comunidad extremeña, que registra de momento una menor ralentización en la formalización de préstamos que la que se experimenta a nivel nacional? "Puede ser que tarden más en notarse por tratarse de una región menos desarrollada o ser consecuencia de la menor actividad productiva con que cuenta la región --al haber menos tejido empresarial, hay menos necesidad de créditos--, pero no hay una razón clara", comenta Fernández, que además señala que sería conveniente contar con datos más desglosados (diferenciando, por ejemplo, entre los créditos destinados a las administraciones públicas y el resto) para poder realizar un análisis más preciso.

ANUNCIO DEL GOBIERNO Lo que sí destaca el catedrático extremeño es que estos datos "confirman la idoneidad de la medida tomada por el Gobierno --invertir 30.000 millones de euros para comprar activos de bancos y cajas-- para mejorar la liquidez del sistema financiero". Si no se corrige este problema "podríamos asistir al derrumbe total de la economía", añade Fernández que, sin embargo, no se atreve a confirmar si el plan adoptado por el Ejecutivo español será efectivo: "la tendencia de futuro de la crisis es una incógnita, aunque si la iniciativa anunciada se aplica con corrección podría ser muy positiva".

Entretanto, lo cierto es que el ritmo de la concesión de créditos está cayendo (los incrementos van descendiendo) desde septiembre del 2007 --"justo cuando saltó el escándalo de las hipotecas basura en EEUU", apunta el economista extremeño-- y en el conjunto de España se acerca al nivel que presentaba en 1993 (con incrementos por debajo del 10%), también en plena crisis. Es más, justo al año siguiente, cuando la situación económica comenzó a mejorar, los incrementos de los préstamos en Extremadura son los más espectaculares (por encima del 30%) desde que se registran estos datos; una tendencia que sería deseable en la actualidad.