La sanidad pública extremeña ofertará tratamientos para dejar de fumar en los próximos años, según recoge un documento de trabajo de la Consejería de Sanidad y Consumo al que ha tenido acceso EL PERIODICO EXTREMADURA. En concreto, y en contra de lo que se había anunciado en los últimos años desde el Ejecutivo regional, este borrador --válido para el periodo 2005-2008-- detalla que el Programa de Detección, Prevención y Tratamiento del Consumo de Tabaco (el llamado plan antitabaco ) en el que trabaja la Junta contempla la "inclusión de la deshabituación tabáquica en la cartera de servicios del Sistema Sanitario Público de Extremadura".

Es decir, que la sanidad pública se hará cargo de los terapias para intentar dejar de fumar. En este sentido, el documento explica que el 35% de los extremeños que tienen entre 15 y 64 años fuman habitualmente, hasta el punto de que actualmente el consumo de tabaco es "la primera causa de mortalidad prematura evitable". Este dato, unido a los estudios científicos que apuntan que más del 50% de los casos de cáncer podrían evitarse con hábitos de vida más saludables y al hecho de que la región presente una de las mayores tasas de mortalidad por cáncer de pulmón de todo el país, parecen haber decidido a la Consejería de Sanidad a incluir este tipo de terapias en la nueva cartera de servicios que está diseñando.

PREVISION No en vano el informe elaborado por la Junta reconoce que "las medidas preventivas y terapéuticas presentan excelentes resultados", lo que podría salvar el escollo que supondrá su alto coste: unos 300 euros por paciente. Los datos que maneja Sanidad apuntan que hay unos 30.000 fumadores que estarían dispuestos a intentar dejar de fumar a medio plazo y coste anual de estas terapias para las arcas regionales podría superar los 4 millones de euros. Es importante tener en cuenta que los actuales tratamientos antitabaco están aún muy lejos de garantizar el éxito, y sus actuales tasas de efectividad varían entre el 30% y el 50%.

Aún así, hay que tener en cuenta que las comunidades autónomas y el Gobierno están trabajando en la elaboración de un nuevo modelo de financiación sanitaria que arrancó en la primera Conferencia de Presidentes y podría aprobarse en el primer semestre del año que viene. En este sentido, los Ejecutivos regionales han pedido financiación adicional tanto para lograr enjugar el déficit sanitario como para cubrir los nuevos servicios que se están prestando o que se van a incorporar a la sanidad pública. Dentro de este nuevo modelo, que aún está por definir y que se concretará a lo largo de los próximos meses, podrían incluirse las terapias contra el tabaco, puesto que hay que recordar que en su día la Junta dejó claro que sólo prestaría este servicio si contaba con fondos adicionales del Estado.

El plan antitabaco que desde hace cerca de dos años perfila la Consejería de Sanidad y Consumo del Gobierno extremeño incluye como estrategias preferentes, además de que se oferten estos tratamientos, un paquete de medidas en materia de educación --prevención-- y la disminución del consumo de tabaco entre el personal docente y sociosanitario.

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