José María Saponi Mendo inició ayer su tercera legislatura como alcalde de Cáceres defendiendo su compromiso de seguir diseñando una ciudad, dijo, "en la que el crecimiento urbano sea compatible con la sostenibilidad". Un Saponi emocionado y algo nervioso juró ayer su cargo como máximo mandatario municipal y abogó por la construcción de viviendas para jóvenes, mayor calidad de vida para los mayores, la permeabilidad social y el aprovechamiento y la revitalización de los espacios.

La corporación municipal de Cáceres se constituyó sin sobresaltos y pocas anécdotas. Ya investido alcalde, Saponi anunció que trabajará por el proyecto de un Cáceres moderno, solvente, cultural y turístico. No olvidó lanzar la mano a la oposición y apeló al diálogo como principal herramienta de trabajo, tanto dentro como fuera de su grupo (en el que hay dos concejales menos).

Volvió a repetir lo que tantas veces ha dicho en los últimos meses: no le falta entusiasmo, tiene ilusión y "conocimiento del medio". Con esta premisa, y con el agradecimiento a los ciudadanos por la confianza que han vuelto a depositar en su gestión, Saponi prometió transparencia, funcionalidad, agilidad y justicia social.

Pero tampoco olvidó la idea de Cáceres como referente cultural, defendió el municipalismo, la democracia y dijo que abrirá las puertas a cuantas empresas deseen invertir en la ciudad.

Por su parte, Carmen Heras, del PSOE, calificó el discurso de investidura del alcalde como "teórico", aunque "lleno de buenas intenciones". Abogó por que la nueva legislatura sea "fructífera" y anunció que ejercerá una oposición "activa y constructiva".

Víctor Casco, de IU, definió la intervención como "amable", pero "sin grandes proyectos" y destacó la oferta de diálogo.