No se puede decir que María José Muñoz haya empezado con buen pie su aventura en su nueva vivienda en Mérida. Contenta por saber que desde ayer ya puede ocuparla, su sensación era agridulce porque "me han dado las llaves equivocadas y no puedo pasar a mi piso", señalaba con humor pese al contratiempo. Vivirá aquí con su hijo, en una casa "que se puede pagar bien, bien".