La presidenta de la Federación de Empresarios de la Construcción de Cáceres (Fecons), Pilar Acosta, manifestó ayer que el sector se siente aburrido, avergonzado e insultado por como se está tramitando el nuevo Plan General Municipal (PGM) de urbanismo. Sus declaraciones no eran las primeras sobre el plan general, ni serán las últimas, pero son las más duras, hasta ahora, por este asunto.

Para entender el tono de sus palabras hay que partir de varios hechos: 1. El nuevo plan lleva casi 6 años de trámite. 2. Se han recortado sus previsiones de crecimiento (de suelo urbanizable para 54.000 viviendas futuras se pasa a la mitad). 3. Hay promotores que han comprado suelo en base a previsiones iniciales del plan y ahora no será urbanizable. 4. Los recortes se han realizado porque el plan estaba sobredimensionado. 5. Pese a este criterio, ayuntamiento, Junta y Defensa han firmado hace una semana un protocolo para que suelo de Defensa pase a ser urbanizable. 6. La operación de El Corte Inglés se tramitará aparte del nuevo plan, lo que se interpreta como un agravio comparativo para el sector.

Por otra lado, también hay que tener en cuenta: 1. El nuevo plan lo inició en el 2003 un gobierno dirigido por el PP, que lo aprobó inicial y provisionalmente con una idea de ciudad de futuro a muy largo plazo. 2. Ahora lo gestiona otro gobierno municipal, del PSOE e IU, que ha cambiado el planteamiento con el diseño de un plan con desarrollos a corto y medio plazo, por lo que son menos los terrenos donde se podrá urbanizar. 3. La operación de El Corte Inglés se saca, entre otras motivaciones, para que no distorsione la aprobación del resto del nuevo plan. 4. El protocolo con Defensa es una intervención que se acomete para garantizar la presencia militar en Cáceres.

Desde hace tiempo se esperaban las manifestaciones de los representantes de la federación empresarial, que durante los últimos meses se habían limitado a reclamar mayor agilidad en la tramitación del nuevo plan. De las declaraciones de ayer destaca la crítica a los grupos políticos municipales. Cuando Acosta aludió a que el sector de la construcción estaba avergonzado se refería a la gestión que del nuevo plan se hace por los grupos.

La presidenta de la Fecons detalló cada una de sus consideraciones. Primero afirmó que la federación empresarial está "aburrida" porque se lleva "excesivo tiempo con el dichoso plan general. Ahora meto, ahora pongo, ahora saco para hacer una modificación puntual --la operación de El Corte Inglés--, esto me interesa, esto no..., estamos cansados", sentenció Acosta, que en una segunda intervención dijo que esta tardanza en la aprobación del plan lleva a una pérdida de tiempo y de inversiones.

CRITICA A LOS PARTIDOS Cuando habló de por qué el sector de la construcción está "avergonzado", lo primero que precisó fue que los ciudadanos "votamos a los políticos para gestionar y para dar soluciones y eso no se está haciendo", para a continuación afirmar que se tiene que "pensar más en la ciudad y menos en los rendimientos políticos".

La presidenta de la Fecons consideró que el plan debe salir del consenso de los partidos mayoritarios, algo que solo es posible si se da un acuerdo entre el Partido Popular y el Partido Socialista, y puntualizó que "cuanto más votos, mejor". PSOE y PP suman 23 de los 25 votos de la corporación local. Aunque ambos partidos se acercaron en septiembre para alcanzar un pacto que incluyese el nuevo plan, no se cerró nada, y desde noviembre hay un principio de acuerdo entre los dos partidos del gobierno local (PSOE e IU) con el apoyo de Foro Ciudadano para contar con 13 votos que permitan aprobar el plan.

Un acuerdo PSOE-PP conllevaría un plan con menos recortes de sectores urbanizables respecto a los planes que el Partido Popular aprobó inicial y provisionalmente en la anterior legislatura, incluso a esta solución se podría sumar Foro Ciudadano. Los recortes en el plan siempre se tendrían que hacer, dado que era una condición puesta por la Junta, que es la que debe dar la aprobación definitiva al plan.

Pero no hubo un acuerdo, lo que llevó al PSOE a buscar el entendimiento con Izquierda Unida, a cuyo edil, Santiago Pavón, se refirió Acosta ayer sin citarle cuando comentó que no puede ser que una persona "esté dirigiendo las directrices del PGM". La solución con IU supone un mayor recorte en las previsiones del nuevo plan.

Por último, la presidenta de la Fecons detalló que el sector de la construcción se siente "indignado" porque "se ha vendido que el plan estaba excesivamente sobredimensionado, y ahora viene Defensa y se le reclasifican 50 hectáreas". Acosta precisó que se respalda que la base militar de Santa Ana se amplíe y que con ello se garantice la presencia de los militares, pero puntualizó que no se puede defender por la Junta y el gobierno local una reducción en la planificación de viviendas y "ahora incluir de forma encorsetada cincuenta hectáreas que no sabemos cuantas viviendas serán".

El protocolo firmado hace siete días por Defensa, la Junta y el ayuntamiento prevé que en terrenos del ministerio que están frente a la base de Santa Ana se puedan edificar viviendas con algún tipo de protección pública. El objetivo es que Defensa revalorice sus propiedades y con los beneficios que se obtengan financiar la ampliación de los terrenos de la base para garantizar la continuidad militar en Cáceres.

Acosta comentó que es "un insulto" al sector porque hay promotores que invirtieron en terrenos que eran urbanizables en las aprobaciones inicial y provisional del plan y que ya no aparecen (son no urbanizables en la propuesta consensuada por PSOE e IU), mientras que "ahora viene el Ejército y se le reclasifican 50 hectáreas". Se da la circunstancia de que, además de Fecons, el otro colectivo que ha hecho pública su crítica a esta operación ha sido Izquierda Unida.