Las cajas de ahorro españolas no han escapado a la vorágine de fusiones y adquisiciones que ha sacudido al sector bancario nacional en los últimos veinte años. En un negocio cada vez más competitivo y globalizado, la tendencia es crear entidades financieras de mayor tamaño. Según los datos de la CECA, en los últimos 15 años se han producido en España 14 fusiones de cajas de ahorro, que han reducido el número de entidades de 64 a 46, casi un 30%.

De los últimos tiempos, el año más prolijo en fusiones de cajas en España fue 1991, con cinco operaciones. Anteriormente, lo habitual en muchas provincias era que existiera una entidad en la capital y otra de ámbito provincial, situación que ha sido el caldo de cultivo propicio para una fusión. Fue el caso de la Caja de Ahorros Provincial de Granada y la Caja General de Ahorros de Granada, fusionadas ambas en 1991 y que adoptaron esta última denominación.

Ese mismo año también se unieron cinco cajas andaluzas --las de Almería, Antequera, Cádiz, Ronda y Málaga-- en una nueva entidad: Unicaja, la principal entidad de ahorro andaluza. En otra comunidad, en este caso la Valenciana, se creó la Caja de Ahorros Provincial de Alicante y Valencia como resultado de la unión de dos entidades. Asimismo, se fusionaron también Caja Salamanca y Caja Soria, que años después adoptaría la denominación de Caja Duero. Esta entidad tiene 110 oficinas en Extremadura y adquirió a finales de los 80 Caja Rural de Cáceres. También en 1991 la Caja General de Ahorros de Castellón se integra en Bancaja.

En 1992 la Caja de Ahorros Provincial de Alicante y Valencia se fusiona en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Este mismo año se dan de baja tres entidades --Caja de Ahorros Provincial de Albacete, Caja de Ahorros de Cuenca y Ciudad Real y Caja de Ahorro Provincial de Toledo-- para dar lugar a Caja Castilla-La Mancha. Ya en 1993 se crea Caja San Fernando, fruto de la fusión de las entidades de Sevilla y Jerez de la Frontera. En el año 1995, Caja de Ahorros de Sagunto se integra en Bancaja.

No vuelve a haber movimientos en las cajas hasta cuatro años después, cuando la Caja de Ahorros Provincial de Ourense se fusiona con la Caixa de Aforros de Vigo e Ourense. La entidad surgida entonces se denomina en la actualidad Caixanova, tras incorporarse también en el 2000 la Caja de Ahorros Provincial de Pontevedra. Hace cinco años se fusionaron también Caja de Ahorros de Pamplona y Caja de Navarra, adoptando esta última denominación. Finalmente, el último movimiento consumado fue el de la Caja de Ahorros y Préstamos de Carlet, que se integró en Bancaja.

A estas 14 operaciones habría que unir una más que está sobre la mesa desde hace varios y que es la fusión de El Monte de Sevilla y Huelva con Caja San Fernando. En la actualidad existe solamente un protocolo de fusión pero la operación no se ha cerrado. Abortada la de las vascas (BBK, Kutxa y Caja Vital), la fusión más próxima podría ser de Caja San Fernando y El Monte, de la que se viene hablando varios años.