Malos tiempos para la fruta. La campaña de recolección en la región volverá a verse mermada por segundo año consecutivo debido a las inclemencias del tiempo. La lluvia y el pedrisco caídos en las últimas semanas en Extremadura han causado importantes daños en las explotaciones de cereza del norte de la región y en las de frutas de verano de las Vegas del Guadiana, según fuentes del sector. Sin embargo, en éstas la situación no es alarmante por dos motivos: porque se trata de las cosechas más tempranas y, sobre todo, porque la práctica totalidad están aseguradas. De hecho, más del 90% de la superficie cultivada (12.000 hectáreas) ha pasado ya parte de daños.

Precisamente los seguros marcan la línea entre las cerezas y el resto de frutales. La preocupación es mayor en el Valle del Jerte y la comarca de La Vera, ya que apenas un 15% de la producción cuenta con una póliza para cubrir estas adversidades.

En Agroseguro, organización que agrupa a todas las compañías de seguros agrarios de España, indican que las pérdidas pueden ser cuantiosas. Según explica Jesús Cano, director de la oficina territorial de Extremadura, ya han notificado daños en un total de 11.000 hectáreas en las Vegas del Guadiana, principal área de producción de frutas de verano --como ciruela, nectarina y melocotón-- en la comunidad autónoma --con 12.000 hectáreas cultivadas-- por culpa de las heladas, la falta de cuajado o la lluvia y el pedrisco. "Es cierto que algunos agricultores han sufrido las consecuencias de distintos fenómenos, pero los daños en su conjunto son considerables: si en la pasada campaña los productores recibieron 18 millones de euros por la incidencia del temporal en sus cosechas, calculamos que a estas alturas los pagos ya podrían alcanzar los 12 millones", advierte Cano.

Por su parte, desde la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex), integrada por el 90% del sector en la región, relativizan las consecuencias. "Sí que ha habido daños pero de momento la incidencia aún no es preocupante porque solo afecta a la fruta más temprana. La campaña acaba de comenzar", explica Miguel Angel Gómez-Cardoso, gerente de esta organización.

A la espera de que las organizaciones agrarias recopilen los datos sobre superficies afectadas y su impacto sobre la producción, la situación más delicada se vive entre los productores de cereza del norte de la provincia de Cáceres. "Estamos pasando por un momento muy difícil. La lluvia no cesa y no hay cereza que aguante. Si el tiempo no cambia ya, la cosecha se puede reducir a la mitad", adelanta Angel Prieto, presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte. Esto supondría bajar de los 30 millones de kilos de una campaña "buena", a 15 millones o menos. Según afirma, muchos productores ya han tenido que dar por finalizada la campaña al ver dañadas el 100% de su explotaciones por las lluvias. "Puede ser peor que el año pasado, cuando el temporal redujo un 45% la cosecha y muchos agricultores perdieron toda su producción", recuerda.

"Y lo peor es que mientras siga lloviendo no se puede recolectar. Ahora mismo las cooperativas del Jerte y La Vera deberían estar al 100% de su producción y están funcionando al 10 o al 15%", apunta Gómez-Cardoso, de Afruex.

SIN SEGUROS A las pérdidas que está originando la lluvia, hay que sumar otro factor: son pocos los productores de cereza que aseguran sus explotaciones contra este tipo de fenómenos y, por tanto, no verán un solo euro en concepto de indemnización. "En esta campaña ha aumentado un poco y las pólizas cubrirán aproximadamente el 15% de la producción, mientras que el año pasado fue el 10%", indican desde Agroseguro, donde lamentan que las mejoras introducidas este año en las condiciones de los seguros para el sector no han servido para generalizar su uso y suscripción a pesar de la experiencia que ya tuvieron la pasada campaña con las lluvias y el pedrisco.

"Se trata de un seguro tremendamente subvencionado, aunque es más caro porque los riesgos climatológicos son mayores en primavera", explica Jesús Cano. Por su parte, tanto en Afruex como en las cooperativas del Jerte están convencidos de que se trata de un problema económico --"es muy caro", según Angel Prieto--, y también de mentalidad del agricultor. "Hasta el año pasado no habíamos tenido problemas graves por la lluvia y por eso los productores de cereza no lo ven necesario", declara el presidente de la Asociación de Cooperativas del Jerte.