La economía extremeña terminará el 2005 con un crecimiento un tercio menor del previsto, según los datos del informe Hispalink, presentado ayer en Badajoz por el catedrático de la complutense y director del organismo, Antonio Pulido, y el profesor de Economía Aplicada de la Uex y responsable del equipo extremeño, Miguel Angel Fajardo. El mal comportamiento de la economía se atribuye al impacto de la sequía en el sector agrario.

De este modo, el valor añadido bruto (VAB) de la región se incrementará el 1,8%, frente a una previsión del 2,8%. De este modo, Extremadura se sitúa a la cola en crecimiento entre todas las comunidades autónomas, y a 0,8 puntos de distancia de la media nacional.

SECANO Y ´LENGUA AZUL´ En el informe se indica que "a fecha de hoy, la evolución de la rama agraria extremeña muestra síntomas bastante negativos. Así, la sequía que actualmente padece el campo extremeño viene a agravar los problemas generados por las heladas". Los responsables del estudio señalan que los daños son especialmente relevantes en el secano, pero que podrían extenderse al regadío, limitando la posibilidad de riego.

Asimismo, se explica que en la ganadería la falta de lluvia ha incrementado de manera muy relevante los costes de explotación, y más aún por la inmovilización del ganado derivada de la lengua azul .

De este modo, y frente a una previsión de que este sector creciese el 1,2%, la realidad es que su aportación cae en cinco puntos y medio. El efecto arrastre de la agricultura sobre el total de la economía viene motivado por el gran peso de esta rama de actividad en Extremadura, ya que supone más del 11% del total, el triple que en la media española.

El batacazo ha sido frenado en cierta medida por el mejor comportamiento de la construcción, que crece un 3,4%, ocho décimas más de lo previsto, pero el efecto de este factor productivo también ha sido compensado por el deficiente comportamiento de la industria, que crece siete décimas menos de lo previsto --el índice de producción industrial cae un 6,4%, el triple que la media española--, y de los servicios, que suben tres décimas por debajo de lo esperado.

Para el año que viene, la esperanza es que el crecimiento casi duplique al del 2005, hasta alcanzar los 3,2 puntos, igual que la media nacional. Sin embargo, el equipo extremeño de Hispalink apunta que esta predicción se basa "en que el año climatológicamente sea normal".

ESCASO EMPLEO En el análisis de los datos, Miguel Angel Fajardo destacó que la región crece a buen ritmo desde 1996, a pesar de la ralentización de este año por la sequía. "Esto significa que Extremadura crece bien cuando sus sectores no sufren alteraciones", manifestó, y señaló que los daños de la sequía se reparten en tres cuartas partes para la ganadería y el resto para la agricultura.

En todo caso, sí aludió a que la región tiene problemas "en algunos análisis". Así, hizo referencia a que, a pasar del fuerte crecimiento de los últimos años, la creación de empleo no haya evolucionado del mismo modo, "porque a lo mejor los sectores productivos no son intensivos en empleo, y hay que hacer un esfuerzo para que lo sean".

Otra derivada económica, abordada por Antonio Pulido, fue la de la competitividad, donde Extremadura está treinta puntos por debajo dela media española, ocupando el penúltimo lugar, sólo por encima de Baleares, que sufre los efectos de la caída del turismo por la crisis en países como Alemania o Francia. En todo caso, el profesor de la Uex comentó que lo relevante es ver cómo evoluciona en largos periodos de tiempo, ya que "históricamente Extremadura nunca alcanzó niveles altos de competitividad".

Finalmente, Pulido apuntó que la región sigue estando muy lejos de la convergencia.

De este modo, el director de Hispalink comentó que Extremadura se encuentra en este momento en el 67,3% en cuanto a la media española de PIB por habitante, lo que la hace ocupar el último lugar. En términos absolutos, el PIB por extremeño no llega a los 9.600 euros al año, mientras que la media nacional por habitante ronda los 14.300 euros.

Pulido comentó que la región extremeña parte de una base muy baja, y debe hacer un esfuerzo mucho mayor. "Es un problema difícil, que no se resuelve de golpe, porque está obligada a desarrollarse a un ritmo mayor que la media de manera permanente, como única manera de ir recortando distancias", explicó.

En todo caso, aseguró que "se necesitarán décadas" de crecimiento para acercarse a la media, y recordó que en el futuro próximo se adivinan problemas como los efectos de la ampliación de la UE o la negociación de la financiación autonómica.