La petrolera angloholandesa Shell realizará el diseño básico de la refinería del Grupo Gallardo en Tierra de Barros, pero no participará como socio tecnológico en el proyecto, según confirmó ayer a EL PERIODICO el presidente de Shell España, Juan Ramas de Triana. Las declaraciones de Ramas puntualizaron algunas informaciones conocidas a lo largo del día.

Así, y a preguntas de este periódico, el consejero delegado del Grupo Gallardo, Juan Sillero, aseguró ayer por la mañana: "Ya existe socio tecnológico", aunque declinaba revelar su nombre "porque tenemos un acuerdo de confidencialidad con ellos", negándose incluso a decir si es español o extranjero.

Sobre este mismo asunto, la cadena Ser informó de la existencia de este socio tecnológico, y apuntaba que se trataba de Shell. En la información se asegu raba que el convenio entre la petrolera y el grupo extremeño se firmó hace unos días, "y abarca otros campos además del apoyo logístico y tecnológico".

A raiz de esta información, el consejeró delegado del Grupo Gallardó declinó a hacer una valoración de la misma a este diario aunque no desmintió que fuese Shell el deseado socio tecnológico y volvió a acogerse al acuerdo de confidencialidad para no confirmarlo tampoco. Sillero indicó además que la presencia de un socio tecnológico no significa que se prescinda de la consultora americana UOP, con la que se contactó precisamente cuando en su día se descartó tener socio tecnológico.

TAJANTE NEGATIVA Quien sí negó que Shell sea este socio fue el máximo responsable de la petrolera en España quien señaló que esta multinacional no tiene "nada que ver" con el proyecto. Javier Ramas aclaró que lo único que existe es un contrato entre Shell Global Solutions --filial de la petrolera-- y el Grupo Gallardo "para el diseño del proyecto básico, ni siquiera del proyecto de detalle" firmado hace poco tiempo, y que esa es la única vinculación entre la petrolera y Gallardo.

"Shell Global Solutions es una consultora tecnológica que realiza trabajos para empresas de Shell y también hace proyectos externos, como es el caso, pero se limita al diseño técnico", explicó Ramas, y añadió: "Esto no tiene nada que ver con lo que sería un socio tecnológico".

La diferencia entre un socio tecnológico y un mero contrato de consultoría y asistencia técnica es abismal. En el primer caso, la petrolera en cuestión aportaría una parte del capital social para entrar en el accionariado de la refinería, convirtiéndose así en uno de los dueños de la industria, mientras que en el segundo la aportación se limitaría a la realización de trabajos concretos, sin más vinculación.

De este modo, 33 meses después de anunciarse el proyecto por primera vez, sigue sin conocerse quién será el socio tecnológico de la refinería, es decir, quién será la empresa con experiencia en el sector que acompañe a Gallardo en esta aventura empresarial, aunque sí se sabe quiénes no serán, al haberse descartado Galp, Repsol y Shell.

ESTUDIO AMBIENTAL Por otro lado, el Grupo Gallardo ha presentado hace unos días la información complementaria sobre el proyecto requerida hace ocho meses por el Ministerio de Medio Ambiente para elaborar el preceptivo Estudio de Impacto Ambiental.

En esta información se confirma que el oleoducto de entrada del crudo se trazará hasta el puerto de Huelva, tal y como adelantó EL PERIODICO el 1 de mayo del pasado año.

Sillero explicó que se ha optado por un trazado que siga el recorrido de la N-630 hasta las inmediaciones de Sevilla, para tomar desde ahí la dirección de Huelva. Con esto se evitaría tocar la zona sensible de la sierra norte onubense, y el oleoducto tendría menos trabas ambientales. La conducción nacería en las 10 hectáreas adquiridas a Sepes por el Grupo Gallardo en el puerto de Huelva, donde estarán los tanques de almacenamiento del petróleo. Este trazado supone que la longitud del oleoducto será algo mayor de la prevista en un principio. Así, en lugar de 200 kilómetros tendrá alrededor de 240, lo que eleva el coste

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